A primera vista, El extraño -no confundir con la película recientemente estrenada en Netflix- puede parecer un 'thriller' bastante convencional en torno a una mujer y su posible acosador en el apartamento de enfrente. Sin embargo, la cineasta debutante Chloe Okuno se aleja de la temática aleja de la tématica de filmes similares, que no pasan de ser anodinos productos para un público no muy exigente. El mensaje que quiere transmitir la directora va por otros derroteros: el de creer en las mujeres. La protagonista del filme Julia (Maika Monroe) nunca duda de sus propias sospechas, al contrario que todos los hombres que la rodean, empezando por su marido Francis (Karl Glusman). Las diferencias entre la forma en que hombres y mujeres perciben las amenazas están siempre en primer plano en la narrativa de la directora.
Monroe interpreta a Julie, una ex actriz felizmente casada con un hombre mitad rumano, con el que acaba de llegar a Bucarest para que él consiga un ascenso en su trabajo. Ya en el taxi desde el aeropuerto nos situamos en el desorientado punto de vista de Julie, que lucha por mantenerse a flote: Francis y el conductor charlan en rumano, idioma del que Julie no entiende ni una palabra. Francis se ofende por un comentario mordaz, pero, no por última vez, traduce una versión aséptica para los oídos de Julie. Uno de los aspectos más inteligentes del guión, coescrito por Okuno y Zack Ford, es el retrato de Francis: no es un mal tipo y quiere de verdad a Julie, pero es demasiado condesciende con ella de manera casi paternal. Al pasar mucho tiempo sola, se ve obligada a confiar en que los pocos lugareños que hablan algo de inglés no quieren hacerle daño. Pero cuando un asesino en serie de mujeres jóvenes acecha la zona, comienza a ver el peligro en todas partes. Especialmente cuando una figura sombría en el edificio de enfrente parece observar por la ventana de su apartamento todas las noches.
Hay un momento clave en la película y que define a la perfección hacia donde quiere llevar Okuno su relato: hay una escena en la que Julia cree que el hombre que vive enfrente la ha seguido desde el cine hasta el supermercado. Cuando vuelve allí, obliga a su pareja y al vigilante de seguridad a mirar la cinta de la tienda para demostrarles que el hombre la estaba mirando fijamente. Observando la grabación con una objetividad extrañamente fría, Francis responde que tal vez "está mirando a la mujer que le está mirando", echando por tierra el discurso de su esposa. A partir de este momento, El extraño se centra tanto en la tensión entre Julia y los hombres que tratan de explicar sus miedos y ansiedades, vamos un 'mansplaining' en toda regla. Su esposo y los hombres que la rodean lo consideran un pequeño delirio -a pesar del hecho de que un asesino en serie ha matado recientemente a varias mujeres en Bucarest- debido a la paranoia que conlleva vivir en un lugar extraño y nuevo para ella.
La adictiva serie 'thriller' que acaba de debutar en Netflix: no es nueva, pero sí tu mejor oportunidad para ver una las mejores series españolas de la historiaDados los arquetipos repetidos una y otra vez en el género y una trama a menudo predecible, se necesita mucha habilidad por parte de la directora para hacer de El extraño el gran debut que es. Ayuda al suspense la fina partitura de Nathan Halpern, una gran banda sonora para mantener la sensación de inquietud. La fotografía de Benjamin Kirk Nielsen también es una virtud del filme: ya que se mantiene en un registro tan naturalista que los pocos sustos que pueblan su metraje resultan efectivos y el mínimo derramamiento de sangre es realmente sutil. Nielsen realiza los trucos de foto necesarios para mantener fluida la identidad del hombre siniestro: su rostro se vislumbra normalmente en la visión periférica o a contraluz, o en una apresurada mirada de reojo. Sus rasgos están permanentemente borrosos, como un recuerdo borroso o una foto incompleta, un efecto extraño que no se disipa del todo ni siquiera cuando le vemos bien. Ayuda a que este vecino esté interpretado por Burn Gorman (al que hemos visto en Enola Holmes o Pacific Rim), uno de los rostros secundarios más particulares del Hollywood actual y al que hemos visto un millón de veces como el villano de la función, por lo que resulta bastante sospechoso para el espectador.
Sin embargo, lo que la película sacrifica en sutileza con respecto a las intenciones de su villano, lo recupera en gran medida a través de su mensaje sobre el miedo interiorizado con el que las mujeres se ven obligadas a vivir y la frustración a la que se ven sometidas cuando los hombres de alrededor desestiman constantemente sus instintos por considerarlos demasiado emocionales. Okuna utiliza la falta de fe o de apoyo que recibe Julia como medio para intensificar sus sentimientos de impotencia y temor. El extraño da una vuelta de tuerca feminista a un género retrógrado, pero la actualidad de la película nunca diluye su apasionante suspense, alejándose -de este modo- de un argumento que podría ser perfectamente el de la clásica "peli de tarde".