El mundo del cine está plagado de 'easter eggs' y por mucho tiempo que pase sigue siendo igual de divertido dar con ellos. Estos guiños suelen estar muy bien escondidos, esperando a que algún espectador muy observador dé con ellos. Si te gusta más descubrirlos que buscarlos, aquí va uno que no puedes pasar por alto.
En Seven, el genial 'thriller' de David Fincher estrenado en 1996, hay una imagen subliminal que aparece al final de la cinta y que, probablemente, no hayas visto hasta ahora. Dura menos de un segundo y es casi imperceptible para el espectador, pero tiene todo el sentido para la conclusión.
Nos situamos, por tanto, en el final de Seven. John Doe (Kevin Spacey) ha sido destapado por David Mills (Brad Pitt) y William Sommerset (Morgan Freeman) y ahora se encuentran en mitad de la nada para que el asesino les muestre las dos últimas víctimas de su plan mortal.
En lo más alto del clímax, un repartidor entrega un paquete. En uno de los momentos más angustiosos de la historia del cine, se revela que la caja contiene la cabeza de Tracy (Gwyneth Paltrow), la compañera de Mills, a quien ha matado esa misma mañana. Para rizar el rizo, el psicópata le informa de que Tracy estaba embarazada.
Es aquí donde mete una imagen subliminal para que se te quede grabada de por vida. En este vídeo aparece a los 4 minutos y 57 segundos.
Entre la ira y la desesperación, mientras su compañero le ruega que no mate a John Doe para evitar que su obra criminal quede completa, Mills está aturdido. Precisamente a la hora y 55 minutos de la película, aparece un fotograma del rostro de Tracy. Una visión angelical que es lo que precipita la elección de Mils de matar a John a balazos.
Ese simple plano es lo que da más fuerza a la película de David Fincher y, en un revisionado, da aún más razones para considerar este 'thriller' como una obra maestra del suspense.