Tras su paso en 2022 por el Festival de Cannes en la sección ‘Un Certain Regard’, llega a los cines españoles la coproducción franco-camboyana Retorno a Seúl. Su director, Davy Chou, ya ganó la Semana de la Crítica del certamen en 2016, con su anterior trabajo: Diamond Island. Por lo que el cineasta llevaba 6 años sin ponerse tras las cámaras y lo hace con un emotivo viaje a los orígenes, en una historia que puede resultar desgarradora pero también tierna y divertida en muchas ocasiones.
El melancólico tono y su metraje lleno de música hacen de Retorno a Seúl una sorpresa de principio a fin. La película empieza como una historia sentimental de una joven francesa de rasgos coreanos, que se siente como pez fuera del agua. Durante un viaje a Japón, conocerá a otra joven proveniente del país asiático como ella, y ambas emprenderán juntas un viaje en búsqueda de sus raíces por parte. En Seúl pasarán buenos ratos, pero se enfrentarán a una dura realidad en el momento en el que la protagonista (Freddie, a la que da vida la actriz Park Ji-min) conozca a su padre biológico: un triste hombre alcohólico que la abandonó cuando era un bebé. Pronto queda claro que estamos viendo algo más complejo e intenso que lo que el realizador parece proponernos en su primer tramo.
Les Films du Losange
El espectador comienza a hacerse preguntas: ¿Freddie está allí para encontrar a su familia adoptiva? ¿Desea un encuentro o quiere evitar la confrontación? El realizador nos invita a mirar y ver, invitando al público a entrar en su mundo alocado y psicodélico, donde las impecables elecciones musicales se alternan con momentos de largo silencio incómodo y reflexivo. Se trata de una historia que se interesa menos por el argumento y más por la textura emocional del crecimiento de su protagonista a lo largo de varios momentos de la misma en los que tiene enfrentarse a duras verdades, entregarse a vivir la vida a lo loco o, incluso, sentir una y otra vez la fría bofetada de la desilusión.
En la mayoría de los largometrajes, el personaje principal es con el que más empatía se siente. Comprendemos su difícil situación, reímos o lloramos con él mientras navega por la trama que la película le ha preparado y llega a una resolución en la que su vida toma una nueva dirección, normalmente positiva. Freddie, la protagonista de Retorno a Seúl, no sólo no es simpática, sino que es muy desagradable y sus actos son difíciles de entender. Hace cosas que resultan misteriosas para los demás, sobre todo porque ella misma no tiene muy claro por qué actúa así. El personaje, además, no tiene rumbo vital -ni las cosas claras- acaba en la agencia de adopción que la envió (a ella y a otros innumerables bebés coreanos) a Occidente. Los encuentros posteriores con sus familiares son una oda a la incomodidad.
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La historia se desplaza en el tiempo, primero dos años en el futuro y luego otros cinco: primero vemos a Freddie viviendo en Corea del Sur, donde aprende el idioma y, finalmente, empieza una carrera como comerciante de armas, vendiendo misiles para un francés con el que tiene una aventura a través de una ‘app’ de citas (Louis-Do de Lencquesaing). En el último tramo, Freddie y su novio occidental, Maxime (Yoann Zimmer), vuelven a visitar a su padre, y una parte de ella aún alberga la esperanza de conocer a su madre. Pero al final vuelve a salir ese carácter de persona que no parece tener ningún tipo de plan o estrategia en la vida. Es un personaje que se deja llevar por la corriente e intenta manipular los acontecimientos a su antojo.
'El extraño' puede parecer una "peli de tarde", pero es un intenso 'thriller' con el #YoTeCreo como mensaje de fondoUna historia así podría ser fácilmente frustrante por su falta de cierre, pero el espectador queda embelesado por la sólida interpretación de Park Ji-min, que resulta muy creíble dando vida a un personaje tan aparentemente desagradable y con quien al final se logra empatizar. La cámara de Chou estudia cuidadosamente sus rasgos, que siempre contienen algo profundo, salvaje y complicado de conocer. La mano del realizador y el saber hacer de su protagonista convierten a Retorno a Seúl en una película con un toque singular y de tono misterioso.
