La memoria es un tema recurrente en la historia del cine. Que los directores tiren de nostalgia para así aprovechar y contar cómo el séptimo arte comenzó a hacer huella en ellos es bastante habitual en autores tan diversos como Steven Spielberg, Federico Fellini o Giuseppe Tornatore. Y ahora Sam Mendes (1917) se une al club de los que recuerdan tiempos pasados en su nueva película, El imperio de la luz. La ganadora del Oscar Olivia Colman (La favorita) capitanea su reparto y puedes disfrutar de su estreno, exclusivamente en pantalla grande, desde el próximo viernes 31 de marzo.
El poder del cine y los recuerdos de un director
El imperio de la luz, nominada a un Oscar, un Globo de Oro y tres BAFTA, es una película sincera y conmovedora sobre el poder de la conexión humana en tiempos turbulentos. Está ambientada en un cine viejo y olvidado de un pueblo de la costa inglesa a principios de la década de los 80 y cuenta la historia de Hilary (Olivia Colman), una directora de cine que lidia con problemas de salud mental, y Stephen (Micheal Ward, Top Boy), un nuevo trabajador de ese mismo cine que intenta escapar del ambiente de provincias. Ambos encuentran un lugar de confort común y experimentan el poder curativo del cine con la sala oscura, el sonido del proyector, la música y el sentido de comunidad que genera.
Según Sam Mendes, director de la película, la historia de El imperio de la luz le llegó durante la etapa de confinamiento, un espacio de nuestras vidas que muchos aprovechamos para reflexionar sobre nosotros mismos: “Es una película que nació casi en su totalidad durante la pandemia. El confinamiento fue un período de intenso autodescubrimiento y reflexión para todos nosotros. En mi caso, empecé a enfrentarme a esos recuerdos con los que había estado luchando desde la infancia. Ese fue el estímulo para escribir: explorar esos recuerdos y ver si podía desbloquear algo interesante”.
Sin duda, uno de los mayores atractivos de El imperio de la luz, además de devolver al cine historias de profundo calado humanista, como ha sido el caso de Almas en pena de Inisherin, es su reparto. Olivia Colman es una de las mejores actrices de cine de la actualidad, ganadora del Premio de la Academia en la categoría de Mejor actriz por La favorita. Por otro lado, Micheal Ward, ganador del BAFTA, es uno de los rostros revelación de la temporada, a quien ya hemos podido ver en series como Top Boy o Small Axe: Lovers Rock. Y juntos, una y otro, establecen una química irresistible al meterse en la piel de dos personajes que parecen muy distintos a primera vista, pero que encuentran un terreno común: un rito de iniciación que ofrece a ambos la felicidad y fortaleza que necesitan en ese momento.
Además de estos, otro de los personajes más importantes de El imperio de la luz es, precisamente, el del proyeccionista, interpretado por el magnífico Toby Jones. “Es un proyeccionista de la vieja escuela, un trabajo muy especial. Y se lo toma totalmente en serio. Como tiene que cambiar de rollo cada 15 minutos, vive casi todo el tiempo en la sala de proyección, ya que tiene que estar presente en todas las sesiones”, asegura.
También tiene un papel destacado el ganador del Oscar Colin Firth, que da vida al Sr. Ellis, el gerente de la sala de cine, un hombre despreciable que usa y abusa de las personas que tiene a su alrededor y que se aprovecha de la fragilidad de Hilary.
Sin duda, El imperio de la luz devuelve al cine las grandes historias con personajes memorables. Y lo hace a través de una película que adquiere su completo sentido si se contempla, efectivamente, en una sala de cine. Desde el próximo viernes 31 de marzo, vamos a tener esa oportunidad. Porque la experiencia del cine en una sala…. eso es otro nivel.
