Ahora es una gran estrella de acción, pero el verdadero sueño de Jason Statham era ser atleta olímpico (y casi consigue ir a Barcelona 92)

Hoy en día Jason Statham es una de las mayores estrellas de cine del mundo, especialmente uno de los mejores intérpretes de acción, realizando el mismo las exhibiciones físicas que nos quitan el hipo en la gran pantalla. No debería sorprender, ya que Statham es uno de los actores más disciplinados en materia física, y le viene de su anterior ocupación antes de pasarse por los sets de rodaje.

Muchas grandes estrellas de acción como Arnold Schwarzenegger o Dwayne Johnson han tenido su pasado en el deporte profesional antes de lanzarse a la gran pantalla, y el protagonista de Despierta la furia también es el caso. Aunque él no practicaba lucha libre o culturismo, sino salto de trampolín, y no era nada malo en ello. De hecho, estuvo bastante cerca de competir en los Juegos Olímpicos de Barcelona.

El salto de trampolín era una dedicación para Statham, que lo practicaba diariamente y llegó a unirse a la Selección Nacional de Natación de Inglaterra. Con el combinado británico compitió en los Juegos de la Commonwealth de 1990, que era la antesala perfecta para Barcelona 92. El deporte tuvo un gran impacto en la vida del ahora actor, que comentó en 2003 cómo la competición "te enseña disciplina, concentración y, sin duda, te mantiene alejado de los problemas".

Eso sí, fue una sensación tardía. No empezó a practicar el deporte de manera seria hasta los 15 años, lo cuál limitó su potencial para llegar más alto y no le permitió estar entre la élite del país. No llegó a las Olimpiadas, algo que considera una de sus mayores decepciones. "Empecé demasiado tarde. Probablemente no era lo mío. Debería haber hecho otro deporte" reconoció en otras entrevistas, aunque sigue expresando su admiración por el deporte.

De la piscina al set de rodaje

No fue una experiencia en balde. Aparte de la disciplina y la preparación física que han sido claves para su desarrollo como estrella de acción, la experiencia en la Commonwealth hizo que agencias deportivas se fijasen en él como modelo. Esta experiencia le fue preparando para el reto de interpretar, que le llegó con el thriller criminal Lock & Stock, dirigida por Guy Ritchie con quien terminaría haciendo otras películas, incluyendo Despierta la furia o la reciente Operación Fortune: El gran engaño.

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