No solemos creer que nuestro cine tenga más impacto fuera de nuestras fronteras, pero lo cierto es que muchas grandes obras y artistas consiguen llamar la atención de auténticos maestros del séptimo arte. Es el caso de Stanley Kubrick, que sentía admiración por talentos como Luis Buñuel o Victor Erice, pero de los que mayor impacto les causó fue Carlos Saura, especialmente con películas como Peppermint Frappé.
Un poderoso y ambicioso drama psicológico sobre objetivización y fetichización de las mujeres, con increíble perspectiva crítica de la obsesión masculina. Peppermint Frappé cuenta la historia de Julián, un médico radiólogo muy conservador y sin apenas ambiciones al que le gusta beber peppermint. Junto a él trabaja Ana, la tímida enfermera que le asiste en todas las visitas médicas. Un día su amigo Pablo invita al doctor a una pequeña fiesta que organiza en su casa para dar una noticia: en su último viaje a África ha conocido a una joven chica llamada Elena con la que ha contraído matrimonio.
Julián cae prendido de ella al instante y se presta para llevarle de visita por el casco histórico de su ciudad. Nunca pierde una oportunidad para estar a su lado. Pronto se da cuenta de que su enfermera Ana guarda cierto parecido con la novia de su amigo y, ya que ésta se siente atraída por su superior, comienzan una extraña relación sentimental. Julián, cada vez más obsesionado por Elena, intenta transformar a su nueva novia de un modo enfermizo.
'Peppermint Frappé': la obra de un gran director
En una entrevista con El País en 1980, Kubrick comenta cómo descubrió esta película por accidente y al instante se quedó prendado con ella. "Llegué a casa bastante tarde y encendí la televisión; una película en español con subtítulos, de la que no sabía absolutamente nada". Aunque asegura que "me costó seguirla y entenderla" pero estaba convencido de que "era la película de un gran director".
"Desde entonces, todas las películas de Saura que he visto han confirmado la gran calidad de su trabajo. Es un director brillantísimo, y lo que más me llama la atención es el maravilloso uso que hace de sus actores" concluye de la obra del difundo director, galardonado con el Goya de honor en la última edición. Kubrick quedó tan impresionado que vio en Saura la persona idónea para llevar su obra a España, pidiéndole un favor especial de cara a una de sus obras más trascendentales.
La intensa película española que Quentin Tarantino adora y considera una gran influencia en su cineCon los años Saura ha hablado de cómo el neoyorquino le llamó tras ver la película y "dijo que el único director español que podría hacer un remake de La naranja mecánica era yo". Así que le pidió que supervisase personalmente la traducción de dicha película para su estreno en España, y lo mismo para los posteriores estrenos de Barry Lindon y El resplandor.
Así que Carlos no sólo es responsable de algunas de las obras más trascendentales del cine español, como la citada Peppermint Frappé o La caza, sino que supo trasladar con la máxima fidelidad las obras maestras de otro maestro del cine. No es de extrañar que esos doblajes resulten tan respetuosos y memorables. Es tanto lo que aportó al arte que cualquier homenaje es poco.
Puedes ver Peppermint Frappé en FlixOlé.
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