La cuarta entrega de la franquicia John Wick acaba de ver la luz en las salas de cine y solo ha necesitado sus primeros días en taquilla para recaudar casi la cantidad total recaudada por la primera película, John Wick (Un buen día para matar), en 2014. Hay que decir, eso sí, que también ha costado mucho más, puesto que la película que comenzó la que sin duda es una de las mejores sagas de acción recientes logró salir adelante con un presupuesto bastante bajo y algunos problemas económicos que en determinado punto estuvieron a punto de derivar en la cancelación del proyecto.
Dirigida por Chad Stahelski y sobre el guion de Derek Kolstad, John Wick logró convertir su presupuesto de apenas 20 millones de dólares en una cifra cuatro veces más alta, pero principalmente, también en una exitosa franquicia de éxito que ahora acaba de estrenar su cuarta entrega y ya tiene cómo mínimo un 'spin-off' en marcha'.
Hacerlo no fue nada fácil. Todo comenzó con el guion de Derek Kolstad, quien tras muchos intentos de guiones que no dieron frutos, dio con la historia de la venganza de este hombre, John Wick, dispuesto a vengarse de aquellos que habían matado a su perro. Entonces no se llamaba John Wick, sino Scorn, pero llamó la atención del productor Basil Iwanyk del estudio Thunder Road Films, que por aquel momento ya había trabajado varias veces para Warner pero estaba interesado en desarrollar una película independiente en la que poder involucrarse más a fondo. La de Iwanyk no fue la única oferta que Kolstad recibió, pero si era la más inmediata, así que llegaron a un acuerdo para la producción a pesar de contar con un bajo presupuesto para ello.
¿Cómo llegaría Keanu Reeves? Pues mediante la conexión de Iwanyk con su representante, quien le había transmitido la voluntad de Reeves de involucrarse en un proyecto de acción. En aquel momento el actor llevaba una década sin sumar un 'blockbuster' a su trayectoria, se sintió atraído por la historia y firmó el contrato por poco dinero. Luego, fue él mismo quien atrajo a Chad Stahelski y David Leitch como expertos en las escenas de lucha tras haber trabajado con ellos en Matrix y ellos se encargaron de acabar convirtiéndose también en los directores de la película.
Solo 380 palabras en 3 horas de película: Keanu Reeves se encargó personalmente de eliminar gran parte de su diálogo en 'John Wick 4'Pero, con todo más o menos atado y a punto de comenzar a rodar, John Wick estuvo muy muy cerca de irse al traste por culpa de los problemas económicos: los activos de Iwanyk eran limitados y su falta de experiencia en financiación de películas le jugó una mala pasada. Él mismo contaría que uno de sus inversores quiso hacerle la 13-14 y le pasó un cheque de 2.500 dólares en lugar de 2,5 millones y cinco días antes de comenzar a rodar se planteó seriamente cancelar la producción. Sin embargo, pagar a los profesionales que ya habían comenzado a trabajar le hubiera llevado a la bancarrota, así que se las apañó como pudo, con el propio Reeves poniendo parte de su dinero, recortando inversión en determinadas escenas y pasando muchas noches sin dormir.
El resultado de todo aquello fue John Wick, pero los problemas no habían terminado: los estudios no estuvieron interesados desde el principio en la película, por mucho que tuviera a Reeves, y solo Lionsgate les hizo una oferta para su distribución.
Tuvo buen ojo Lionsgate. El resto, es historia: John Wick fue un éxito en taquilla, recibió excelentes críticas y consiguió revitalizar el género del cine acción, que venía un tiempo estando en declive, así que no hubo demasiadas dudas a la hora de encargar una secuela que en un principio nunca nadie se había planteado.