¿Hay una aventura mayor que estar solo en un bote salvavidas junto a un tigre? No lo creo. La vida de Pi, de Ang Lee, es una de las grandes películas de aventuras de la historia y, más allá de su tensión y originalidad, lo que realmente destaca en la cinta es su componente visual. Lee firmó una auténtica belleza del séptimo arte.
El largometraje adapta la famosa novela de Yann Martel publicada en 2001. Tanto la versión cinematográfica como la literaria explora temas espirituales y metafísicos e invitan al espectador a reflexionar sobre la naturaleza humana y si la imaginación es primordial para la supervivencia.
De qué va 'La vida de Pi'
La película empieza cuando un periodista (Rafe Spall) escucha la increíble historia de Pi Patel (Irrfan Khan). Cuando era joven, Pi, hijo del director de un zoológico, viajó en barco desde la India a Canadá. Tanto la familia como los animales del zoo van a bordo para cambiar de vida. Tras una violenta tormenta, Pi y algunos animales tienen que viajar en un pequeño bote. Así comienza una odisea de 200 días en la que sucede de todo.
Con La vida de Pi, Ang Lee firma una obra maestra. El libro de Martel, supuestamente, era imposible de grabar, por lo que Lee tuvo que tirar mucho de su músculo cinematográfico y lograr lo que nadie podía conseguir. Y ahí tenemos una película visualmente impresionante, pero sobre todo, conmovedora, que realmente tiene lo que se necesita para hacer que el espectador crea en un poder superior benévolo.
20th Century Fox
La proeza de Lee llamó la atención en el momento de su estreno. El famoso crítico Roger Ebert llegó a calificar la cinta de "logro milagroso" y destacó el dominio visual. Por supuesto la colocó entre las películas del año y no fue el único. Muchos otros señalaron el uso del 3D como una verdadera innovación cinematográfica, no como pura herramienta de marketing. "Ang Lee usa el 3D con la delicadeza y lírica de un poeta. No mires la película, vívela", escribió la Rolling Stone.
El supervisor de efectos visuales Bill Westenhofer llegó a declarar que La vida de Pi había sido uno de los proyectos más gratificantes de su carrera y fue su primera oportunidad de "combinar realmente arte con VFX". Cuando Lee contactó con él por primera vez se lo dejó claro: "espero hacer arte contigo".
