Con más de 80 papeles a sus espaldas, dos premios Oscar -uno de ellos como productor- y una fortuna estimada por diversos medios entre 300 y 400 millones de dólares, no hay duda de que Brad Pitt es uno de los actores de Hollywood más ricos, y también mejor pagados, del mundo.
Además de su trabajo como actor, en cuya trayectoria se incluyen varios grandes éxitos de taquilla a lo largo de las décadas, Pitt también ejerce como productor desde su compañía Plan B Entertainment, fundada en 2001 junto a la que fuera su primera esposa, Jennifer Aniston. De igual modo, otro de los principales activos del intérprete es su extenso patrimonio de bienes inmuebles, que incluían una enorme propiedad en el vecindario conocido como Los Feliz en Los Angeles que acaba de vender 30 años después de haberla adquirido por 40 millones de dólares en los 90.
Según han confirmado a People fuentes cercanas al actor, la razón por la que el actor ha querido vender la que ha sido su propiedad durante tres décadas y en la que formó una familia junto a Angelina Jolie ha sido por una cuestión de extensión, puesto que ahora Brad Pitt está interesado en algo un poco más pequeño también en las inmediaciones de Los Angeles.
Sin embargo, más allá de los intereses de Brad Pitt en sus movimientos inmobiliarios, lo que nos interesa de su enorme propiedad en Los Angeles es que "esconde" un par de historias de lo más interesantes: por un lado su compra en 1994 a pesar de las advertencias de la anterior propietaria de que en ella había "actividad fantasma" que no disuadieron al actor de la compra, pero también un simpático detalle sobre el gesto de Pitt hacia el propietario de una de las casas que adquirió Pitt en la zona. Un vecino nonagenario que acababa de quedarse viudo y al que Brad Pitt dejó vivir en la casa a coste cero hasta el final de sus días. Vivió hasta los 104 años.
Esta última anécdota había sido desconocida hasta que Cassandra Peterson, una actriz y presentadora muy conocida en Estados Unidos como "Elvira, la dama de la oscuridad", la ha compartido con People a colación de la reciente venta de la propiedad de Los Angeles por parte del actor. La razón por la que lo ha hecho y tiene más detalles es porque fue ella quien en 1994 le vendió la primera parte de la enorme propiedad que luego Brad Pitt seguiría ampliando durante años a través de múltiples transacciones.
Peterson le vendió la primera de las cinco parcelas contiguas que la formaban actualmente en 1994 por 1,7 millones de dólares, quien quiso venderla porque estaba convencida de que estaba encantada. En una entrevista exclusiva con People, la presentadora ha contado algunos detalles sobre aquella venta y sobre su experiencia como vecina de Pitt, a quien considera una persona realmente "agradable", y ha revelado también cómo el actor terminó teniendo un inesperado inquilino en la propiedad.
Creo que había como 22 casas que estaban contiguas a la propiedad. Y cada vez que salían él compraba una
La situación, según explicaba Peterson a la publicación, fue el resultado de que Pitt fuese ampliando poco a poco la extensión de la finca. Una de las propiedades pertenecía a un anciano de unos noventa años que acababa de quedarse viudo y con el que Brad Pitt hizo un trato que le permitía quedarse en su casa.
Fue muy, muy amable con el esposo [viudo]. Su esposa falleció y él, John, vivía allí. Sé que Brad le permitió vivir allí sin pagar nada hasta que murió
"Fue un poco divertido porque John vivió hasta los 105 años", comentaba la actriz en tono bromista a la publicación. "Me imagino que Brad estaba pensando 'Bien, ya sabes, puede vivir allí hasta que muera, lo que podría ocurrir en cualquier momento".
La presentadora, quien tras vender su casa al actor se compró otra al lado, solo tiene buenas palabras hacia Pitt, a quien describe como muy "dulce y amable". Por lo menos en las ocasiones en las que ha tenido la oportunidad de interactuar con él.