Los inicios de Peter Jackson desarrollando El Señor de los Anillos no fueron del todo fáciles. Sobre todo cuando le tocó tratar con Harvey Weinstein, el exproductor que actualmente está cumpliendo condena por delitos de agresión sexual. Weinstein llegó a amenazar a Jackson con sustituirle por Quentin Tarantino si no era capaz de adaptar la obra de J.R.R. Tolkien en una única película.
"Harvey pasaba de actuar de forma empática a convertirse en el Sr. Hyde y amenazar a Peter", afirmó el agente de Jackson en The Independent en 2021.
Como continuó:
Había amenazado con que Quentin Tarantino la dirigiría si Peter no podía hacerlo en una película de dos horas y media, que era exactamente lo contrario de lo que inicialmente nos dijo que quería
El desarrollo de El Señor de los Anillos comenzó con la productora Miramax, la compañía que por entonces dirigían Bob y Harvey Weinstein. No obstante, los problemas entre el exproductor y Jackson hicieron que el equipo vendiera finalmente el proyecto a New Line.
Más tarde, Jackson respondió a las amenazas de Weinstein de una forma peculiar: moldeando un orco basado en el exproductor. "Una de las máscaras de orco, y recuerdo esto muy bien, estaba diseñada para parecerse a Harvey Weinstein como una especie de: 'que te jodan", contó Elijah Wood, actor que dio vida a Frodo en la gran pantalla, en el podcast Armchair Expert en 2021. "Creo que está bien hablar de ello ahora. El tío está en la puta cárcel. Que le den".
Wood confirmó la amenaza de sustituir a Jackson con Tarantino, pero añadió otro nombre: John Madden, el director de Shakespeare in Love. Además, cuando Jackson pidió permiso a Weinstein para buscar a otro productor, este último le dio solo una semana para hacerlo y demandó que el elegido tenía que trabajar en todas las películas o no había trato.
El actor encargado de dar vida a Frodo reveló también que Weinstein accedió a producir, al menos, dos películas, pero limitó el presupuesto a 75 millones de dólares, algo que ocultó a Jackson. Así que el equipo del director filtró el guion a otros estudios para generar interés entre ellos y fue entonces cuando el proyecto fue retomado por Bob Shaye, fundador de New Line Cinema, que accedió a hacer tres películas.
Finalmente, Jackson adaptó la obra de Tolkien en una trilogía formada por las entregas La Comunidad del Anillo, Las dos torres y El retorno del rey. Las tres películas fueron un auténtico éxito: de público, de crítica, de taquilla y ganó 17 Oscar. Más tarde, Jackson volvería al mundo de Tolkien dirigiendo la trilogía de El Hobbit.
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