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    Estibaliz Urresola Solaguren: ’20.000 especies de abejas’ no va sobre la exploración de los roles de género, sino más sobre una cuestión de identidad
    Ana Lasso
    Ana Lasso
    -Redactora
    No rechazo una saga cinematografíca o una serie de ocho temporadas. Salto de una historia de fantasía a una adaptación de época de algunas de las novelas de Jane Austen.

    La cinta llega hoy, viernes 21 de abril, a las salas de cine tras alzarse con el Oso de Plata Mejor Actriz en la Berlinale por el papel de Sofía Otero.

    Tras ser una de las películas galardonadas en el Festival de Cine de Berlín y, más tarde, su calurosa acogida en el Festival de Cine de Málaga, 20.000 especies de abejas llega a la gran pantalla como el gran reclamo por la diversidad. Estibaliz Urresola Solaguren dirige y firma el guion de una película que explora la identidad de su protagonista en un mundo y una familia en la que trata de encontrar su hueco, y también la manera de mostrarse al mundo tal y como ella lo siente.

    20.000 especies de abejas
    20.000 especies de abejas
    Fecha de estreno 21 de abril de 2023 | 2h 08min
    Dirigida por Estibaliz Urresola Solaguren
    Con Sofía Otero, Patricia López Arnaiz, Ane Gabarain
    Medios
    3,3
    Usuarios
    3,2

    20.000 especies de abejas sigue a Aitor, un niño que está comenzando a explorar su identidad y se da cuenta que no se reconoce con ese nombre ni con lo que se espera de él. Llega el verano y junto a su madre y hermanos se marchan a su pueblo. Allí estrechará grandes lazos con la tía Lourdes (Ane Gabarain), que está estrechamente ligada a la cría de abejas y la producción de miel, y lleva una vida alejada de los convencionalismos.

    Además de alzarse con el Oso de Plata en la Berlinale a la Mejor actriz protagonista por el papel de Sofía Otero, durante el certamen de cine malagueño, donde pudimos charlas con su directora, se alzó con la Biznaga de Oro a Mejor película y con el galardón a Mejor actriz de reparto (Patricia López Arnaiz).

    BTeam

    Pregunta: ¿Cómo surge la idea de crear '20.000 especies de abejas'?

    Respuesta: Todo empezó cuando en 2018 un niño trans de 14 años en el País Vasco se quitó la vida. A mí en lo personal me conmovió mucho, y sobre todo una carta que dejó escrita. En ella decía que tomaba esa decisión para visibilizar la realidad de niños y niñas en su situación y la dificultad para ser quienes eran en esta sociedad tan rígida y tan hostil. Me pareció una carta que, dentro del marco tan trágico en el que se escribía, era una carta que inspiraba mucha luz, mucha esperanza.

    P: ¿Te inspiraste en casos reales para dar forma al guion de la cinta?

    R: Sí, me acerqué a la Asociación de Familiares de Menores del País Vasco, sin saber que iba a hacer una película. Una cosa que me sirvió mucho para encontrar el enfoque que le quería dar a la película fue cuando escuché de parte de las familias que entrevisté que para ellos había sido un regalo la experiencia de sus hijos.

    Para mí era una declaración tan fuerte y tan novedosa porque era la primera vez que lo escuchaba porque estamos acostumbrados al relato de lo conflictivo y de lo problemático cuando hablamos de las identidades trans. Gracias a estos niños y niñas se pone en jaque todo el sistema familiar. Esa idea me pareció tan necesaria para cambiar un poco las narrativas sobre trans que se hacen.

    P: ¿Cómo fue encontrar a la familia protagonista y sobre todo a Lucía?

    R: Me obsesioné mucho porque no sólo tenían que ser buenos actores, buenas actrices y encajar con el perfil, sino que además tenían que encajar en esa imagen de familia que tenía en mente.

    Sofía apareció en la primera sesión de casting, pero por su naturaleza, su alegría, expresividad y forma de ser, tan, tan dicharachera, no vi en ella al personaje que había escrito, pero tenía un talento incuestionable. Así que le asigné otro rol en la película. Así que me pasó un poco como le pasa a la familia en la cinta, que por haberle atribuido un rol predeterminado desde el inicio, ese mismo rol te impedía ver quién había detrás. Cuando le di la oportunidad de desplegar todo su ser y todo su talento y todas sus capacidades, entonces se consagró como la gran Lucía, la mejor que podía haber imaginado.

    P: La relación entre la madre y la hija es fundamental para entender la historia de Lucía, ¿cómo fue crear esta relación tan especial entre ellas y el resto de la familia.

    R: Fue uno de los aspectos que recuerdo con más cariño de toda la fase de ensayos porque si bien me asustaba un poco, tenía claro que con los niños no quería quemar las escenas de la película, pero quería al mismo tiempo estar segura de que iban a ser capaces de representarlas. Fue todo un trabajo de imaginar, casi de escribir otro guión con otras secuencias que no estaban en la película; secuencias que aparentemente no tenían nada que ver con lo que luego rodábamos, pero que en realidad tocaban el corazón de las cuestiones que se trataban en la película después. De esa forma lo que conseguí fue ir generando todo ese bagaje de familia.

    P: La película está repleta de personajes femeninos muy diferentes entre sí, ¿por qué decidiste incluir en la historia perfiles tan distintos?

    R: Quería recuperar la vida de muchas mujeres que han nacido en una época donde no han tenido para nada ninguna libertad para vivir. El deseo, sus cuerpos y los roles que ellas hubieran deseado representar en sus vidas y que han sido más disidentes de ese sistema que les ha tocado vivir, mientras que otros modelos, a lo mejor se han replegado más a esas normas del juego.

    P: ¿Por qué las abejas cómo símbolo de la película?

    R: Es una imagen que me ayudaba a generar mucho imaginario en la película. Las abejas son las garantes de la biodiversidad en la naturaleza. Esta es una película que intenta ser un canto a la diversidad. Las abejas también. Me parecía interesante esa dialéctica entre entre el individuo y el colectivo, esa tensión de cómo se construye esa identidad.

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