Vincent Cassel se acuerda muy bien de la primera vez que entró en contacto con Los tres mosqueteros. Tenía unos siete u ocho años y estaba en Madrid porque su padre, el también actor Jean-Pierre Cassel, estaba rodando una película. Daba vida a Luis XVIII en Los tres mosqueteros: Los diamantes de la reina (1973) dirigida por Richard Lester. Y lo haría una segunda vez por la secuela Los Cuatro Mosqueteros (La venganza de Milady) (1974). Ahora, como si la historia se repitiera un poco, es Cassel hijo el que se adentra en el mundo de la novela de Alejandro Dumas en el papel de Athos en Los tres mosqueteros: D'Artagnan. "Es un papel tan dramático, tan importante y tan oscuro que es un placer interpretarlo", cuenta el actor a SensaCine sobre por qué quiso unirse al proyecto.
Dirigida por Martin Bourboulon, Los tres mosqueteros: D'Artagnan llega a las salas de cine el 14 de abril. El filme es el primero de una dilogía. Más tarde aterrizará en carteleras su secuela Los tres mosqueteros: Milady. Cassel afirma que, si la primera entrega es de "instalación" de este mundo, la secuela es de "resolución" y tendrá "más drama y más acción".
Junto al Athos de Cassel están el Aramis de Romain Duris y el Porthos de Pio Marmaï. D'Artagnan recae en François Civil y Milady en Eva Green. Vicky Krieps se mete en la piel de la reina Ana de Austria y Louis Garrel en la de su marido Luis XIII. Por último, Lyna Khoudri es la encargada de dar vida a Constance Bonacieux y Eric Ruf al cardenal Richelieu.
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La historia de Los tres mosqueteros es tremendamente conocida. Hay muchas versiones de la creación de Dumas. En cine y en series. Pero Cassel recuerda que esta "es la primera francesa después de 60 años".
El vacile de Vincent Cassel a Pablo Motos en 'El Hormiguero' tras pronunciar mal su nombre en tres ocasiones: "Llámame Vicente""La verdadera es la nuestra", bromea el actor. Pero, ¿cómo se enfrenta alguien a dar vida a un personaje tan icónico con tantos actores habiéndolo hecho en el pasado? "No me importa el pasado. Una película representa el 100% de su realidad. Las cosas del pasado son versiones diferentes. Otras historias", responde Cassel.
Bourboulon, por su parte, reconoce que quiso distanciarse de todo lo contado anteriormente:
He querido alejarme de las versiones anteriores, no ver las películas anteriores antes de enfrentarme a este proyecto. Quería pensar que cualquier espectador que vaya a la sala a ver la película no habrá visto todas las películas anteriores
Como continúa: "Yo me he enfrentado a este proyecto con mis recuerdos de niño, lo que yo había visto con anterioridad. Quería dejar un poco de espacio para mi imaginación y para crear un nuevo universo. Lo que sí que tenía eran ganas de conceptos visuales como pueden ser ese mundo wéstern de 'cowboys' y las ganas de ensuciar un poco el vestuario de los personajes. Inventar un 'look' nuevo. No quería rehacer lo que se había hecho anteriormente, quería dejarme llevar por mi intuición".
ESCENAS DE ACCIÓN SIN PAUSA
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Uno de los elementos más interesantes de Los tres mosqueteros son sus escenas de pelea. Bourboulon las cuenta en plano secuencia, aunque en el rodaje se usaron algunas triquiñuelas.
"Me siento un poco como un mago al que le piden que cuente sus trucos", responde el director sobre cómo las llevaron a cabo.
Como añade:
Son secuencias muy difíciles y son difíciles porque son coreografías en las que los actores tienen que representar su papel en el momento exacto. Es como un dominó en el que las fichas van todas unidas. A veces son falsos planos secuencia y hay unos cortes que no se ven necesariamente pero que están ahí
Pero no ha sido solo por estética y espectáculo, las peleas sin descanso de Athos, Portos, Aramis y D'Artagnan tenían un propósito. "No quería que la gente fuese a ver una escena de acción. Quería que la viviesen, que la sintieran, que fuera un poco como un videojuego en el que uno está totalmente inmerso y en contacto con los personajes a tiempo real mientras está sucediendo la escena en cuestión", cuenta Bourboulon. "Los planos secuencia son una gramática del cine que nos permite darle ese lado moderno, esa nueva versión frente a las otras versiones anteriores".
Para Cassel, rodar estas escenas fue "muy intenso". "Mucho trabajo y mucha memoria para aprender las coreografías. Mucha concentración porque son planos secuencia con muchas personas", indica. "Si te equivocas, es mucho tiempo, mucho dinero y mucha gente que tienen que trabajar mucho más tiempo en el día. Es una responsabilidad, es una atención continúa, pero es muy placentero porque tiene una propuesta".
EVA GREEN: LA LISTA DE DESEOS DEL EQUIPO DE LA PELÍCULA
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Cuando Bourboulon y su equipo se disponían a buscar a los actores y actrices para dar vida a los personajes de la película, hicieron una especie de lista de deseos con su reparto soñado. Entre ellos estaba el nombre de Eva Green, quien era su favorita para Milady.
"La magia hizo que esos actores en los que creíamos y con los que queríamos trabajar dijeron que sí", afirma. "Para Milady habíamos pensado en Eva Green desde el principio. Cuando nos dijo que sí nos hizo muy felices porque tiene algo muy especial. Sobre todo en su mirada. Es muy fotogénica y camaleónica y necesitábamos una actriz que lo fuese porque iba a haber una evolución del personaje".
Teniendo en cuenta que Milady forma parte del título de la secuela, parece más que claro que el personaje de Green será protagonista de la segunda entrega. La primera película ya adelanta algunos aspectos de su pasado que seguramente serán explorados en la continuación.
Para eso habrá que esperar un poco. Pero, de momento, toca reencontrarse con estos personajes este viernes en las salas. Los tres mosqueteros: D'Artagnan ha sido vista ya por un millón de espectadores y ha recaudado más de seis millones de euros en su primera semana de estreno en Francia.
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