Todos los actores han vivido experiencias no del todo agradables a lo largo de sus carreras, pero nos atreveríamos a decir que no son muchos los que han estado dispuestos a pagar con tal de alejarse de determinado proyecto. Sin embargo, Brad Pitt estuvo cerca de hacerlo y, curiosamente, de una de sus más famosas películas.
El ganador del Oscar por Érase una vez... en Hollywood levantó pasiones en los años 90 con varias de sus películas y muy especialmente con una de ellas, Entrevista con el vampiro en 1994, en la que interpretaba al abatido vampiro que relataba su desgraciada historia como inmortal al periodista encarnado por Christian Slater: Louis, un hombre del siglo XVIII que tras haber perdido a su mujer y su hija era atacado por un vampiro llamado Lestat (Tom Cruise) y posteriormente convertido bajo la promesa de una vida mejor.
A pesar de la popularidad de la película y de su interés inicial en unirse al proyecto, Brad Pitt no ha escondido que lo pasó realmente mal durante el rodaje. Rodar en Londres casi en constante oscuridad durante un largo periodo de tiempo, seis meses, llevó sus ánimos al mínimo y así lo confesó en una entrevista con Entertainment Weekly en 2011 en la que llegó a admitir que había llegado a preguntar cuánto le costaría marcharse.
"Estoy destrozado", corregía al entrevistador cuando le recuerda que en Entrevista con el vampiro "parecía" estar destrozado. "Seis meses en la p*** oscuridad". "Llegamos a Londres, y Londres estaba jod***mente oscuro. Londres estaba muerto de invierno. Estábamos rodando en Pinewood, que es una antigua institución por todas las películas de James Bond. No hay ventanas allí. No ha sido reformado en décadas. Te vas al trabajo en la oscuridad, entras en este mausoleo y luego sales y está oscuro".
Un día me rompió. Era como, la vida es demasiado corta para esta calidad de vida
"Llamé a David Geffen, que era un buen amigo. Era productor y acababa de venir de visita. Le dije: 'David, ya no puedo hacer esto. no puedo hacerlo ¿Cuánto me costará salir?'. Y me dice con mucha calma: 'Cuarenta millones de dólares'. Y yo: 'Ok, gracias", recordaba. "Me quitó la ansiedad. Pensé: 'Tengo que superar esto y eso es lo que voy a hacer'.
El actor recordaba también algunas cosas nuevas, como que también fue el origen de su historia de amor con Nueva Orleans por la parte que rodaron allí, pero, en general, sus recuerdos no eran satisfactorios ni siquiera en lo que se refiere a las primeras etapas.
Ahora podría decir: "Esto es un problema. Me voy de aquí, o arreglamos esto
"No había guion", explicaba sobre lo poco que sabía sobre su personaje y la película cuando aceptó. "Lo tuve dos semanas antes de que empezáramos a filmar. [...] Neil Jordan [el director] es un muy buen amigo mío. Hemos hablado de todo esto, que es la única razón por la que hablo de ello ahora. En la película, tomaron los aspectos sensacionales de Lestat y lo convirtieron en el pulso de la película, y esas cosas son muy agradables y muy buenas, pero para mí, simplemente no había nada que hacer, simplemente sentarse y mirar".
Tras los buenos datos de taquilla, la secuela de la película tardó casi una década en llegar aunque La reina de los condenados no contó con el regreso ni de Tom Cruise ni de Brad Pitt como Lestat y Louis.
