En 2006, Alejandro González Iñárritu volvió a hacer una obra de arte con una de las cosas que mejor se le da: una película coral que sigue varios destinos que, a primera vista, no tienen conexión entre ellos. Tras las potentes Amores Perros y 21 Gramos, Babel cerraba la conocida como "la trilogía de la muerte" y nos trasladaba de forma alternativa hasta lugares tantos distintos como Japón, México y Marruecos, donde se desarrollaban las historias de sus respectivos protagonistas y con un dominio del ritmo como sólo el director mexicano sabe hacer.
También protagonizada por su compatriota Gael García Bernal y la revelación Rinko Kikuchi, Babel reunía por primera vez ante las cámaras a dos estrellas de Hollywood ya consagradas: Brad Pitt y Cate Blanchett, quienes en su día estuvieron a punto de protagonizar La fuente de la vida de Darren Aronofsky pero finalmente se cayeron del proyecto cuando este quedó estancado durante años antes de hacerse realidad en, curiosamente también, el año 2006.
En ella Brad Pitt y Cate Blanchett interpretan a Richard y Susan Jones, una pareja estadounidense que intenta reencontrarse durante un viaje a Marruecos tras la muerte de uno de sus hijos. Afirmando que haber aceptado este papel es "una de las mejores decisiones" de su carrera, Brad Pitt consigue transmitir una gran sensibilidad a través de la interpretación de su personaje, por el que llegó a estar nominado al Globo de Oro como Mejor Actor en un papel secundario.
El punto de partida de la película es un disparo en medio del desierto marroquí. Un acto que desencadena toda una serie de eventos que involucran a la pareja de turistas estadounidenses interpretada por Pitt y Blanchett, pero también a dos jóvenes marroquíes que han cometido un crimen accidental, a una niñera que viaja ilegalmente con dos niños estadounidenses y una adolescente japonesa rebelde cuyo padre es buscado por la policía en Tokio. Separados por sus culturas y formas de vida, cada uno de estos cuatro grupos de personas experimenta, sin embargo, el mismo sentimiento de soledad y dolor.
Con un título que hace referencia a la Torre de Babel del Génesis, Babel no es la mejor película de Alejandro González Inárritu, ni tampoco la de Brad Pitt, pero con ella puso el broche de oro a uno de los proyectos más importantes de su carrera como cineasta. Asimismo, para el actor también fue especial.
Brad Pitt protagonizó Babel el mismo año en que, si no hubiese decidido no hacerlo, hubiese protagonizado una de las películas más aplaudidas de Martin Scorsese junto a Leonardo DiCaprio. Finalmente se quedó en las funciones de productor, pero en un primer momento Brad Pitt era el encargado de interpretan a Colin Sullivan en Infiltrados, papel que finalmente fue a parar a Matt Damon.
Tres años antes, en 2003, Brad Pitt había comprado junto a Warner Bros. y el productor Brad Grey los derechos para el 'remake' estadounidense de la película asiática Infernal Affairs, un proyecto que estaría capitaneado por el gran cineasta Martin Scorsese con guion de William Monaghan y en el que Pitt y DiCaprio interpretarían los papeles principales. Sin embargo, finalmente, el actor ganador del Oscar por Érase una vez... en Hollywood decidió que el papel de Sullivan encajaría mejor en un actor más joven.
Ganadora de cuatro premios Oscar -entre ellos Mejor película y Mejor director-, Infiltrados es considerada una de las mejores películas de Scorsese y, para muchos, también de todos los tiempos. Sin embargo, Brad Pitt no se arrepiente: "La desarrollé durante dos años y medio. Luchamos por esa película. Una vez que [el director Martin] Scorsese se involucró, pensé que sería mejor si fueran muchachos más jóvenes que recién estaban comenzando sus vidas, muchachos que salían de la academia, muchachos que tenían hambre. Pensé que era demasiado viejo para eso", contaría el propio actor en una entrevista con Interview Magazine en 2012.