A finales de los 90, Arnold Schwarzeneger encadenaba una racha de películas por las que es amado y odiado a partes iguales. Junior, Un padre en apuros y Batman y Robin eran algunos de sus últimos trabajos por aquel entonces, los cuales no pueden definirse, precisamente, como grandes obras del séptimo arte. Necesitaba un cambio y apostó por una cinta de acción y ciencia ficción que seguramente te suene: El sexto día.
"Arnold quería actuar más. Quería reinventarse", decía el director Roger Spottiswoode en una entrevista con EW en el momento de su estreno. Este título parecía idóneo, puesto que la cinta se basa más en diálogos que en persecuciones y compartía escenas con un grande de la actuación como es Robert Duvall. "Estaba preparado para trabajar en ello. De ninguna manera esta película podría tener el tipo de acción de Terminator o Mentiras arriesgadas", cuenta Spottiswoode.
El director confiaba en él porque le conocía en persona y sabía que ofrecía "un personaje público" que no encajaba con su verdadera identidad. Esa imagen de hombre aguerrido que representa a la perfección la palabra 'macho' está lejos de su sensibilidad real. "Pasa el tiempo jugando al ajedrez y es muy bueno. Es El Tipo, pero también piensa mucho más de lo que deja caer", continúa el realizador.
Con sus más y sus menos, la carrera de Schwarzenegger hasta el momento era sinónimo de cine violento. En El sexto día cambiaba de registro para dar vida a un piloto que es clonado de manera ilegal. Al llegar a su casa después de un viaje con un importante hombre de negocios, descubre que un clon le ha suplantado la identidad. Así comienza una persecución para demostrar que ha sido víctima de un engaño y que todo forma parte de una conspiración mucho mayor.
Además de Schwarzenegger, el reparto se compone de Michael Rooker antes de ser Yondu en Guardianes de la Galaxia, el eterno secundario Michael Rapaport y Sarah Wynter, que ha tenido una carrera estable aunque no muy reseñable desde entonces.
El proyecto prometía, pero el resultado no fue el esperado. Los críticos fueron bastante tajantes en sus valoraciones. Steven Rosen, de Denver Post, lo definía directamente como un "producto de la escuela de chimpancés entrenados para ser guionistas". Joseph Anderson, de Newsday, añadía que no se la podía tomar en serio y que "cada vez que crees que alguien realmente ha pensado, te demostrará que estás equivocado".
No se libró de las nominaciones a los Razzie ese año. Schwarzenegger compitió por hacerse con el premio a Peor actor, el cual fue para John Travolta por Campo de batalla: la tierra, y también a Peor actor secundario por su papel del clon de Adam Gibson -tampoco fue para él, sino para Barry Pepper de, efectivamente, Campo de batalla: la tierra-.
Hay veces que el público suele apreciar aspectos que la prensa especializada no ve y en este caso la nostalgia juega un buen papel. Sin presentarla como una joya de la ciencia ficción, muchos espectadores creen que es una cinta decente del género y sí aprecian el hecho de que se sale de la tónica general de la filmografía del actor. Muchos comentarios se dividen entre los que tuvieron una opinión mejor del filme en el momento de su estreno y los que creen que ha ido ganando con el paso del tiempo. ¿En qué equipo estás?
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