Con casi 30 años de existencia en los que nos ha dejado algunas sagas animadas de gran éxito como Madagascar, Kung Fu Panda y, por supuesto, Shrek, el estudio de animación Dreamworks Animation, ahora propiedad de Universal Pictures, nunca llegó a hacer sombra a otros estudios como Disney o Pixar, pero lo cierto es que a finales de los años 90 y primeros 2000 adquirió una enorme notoriedad. En parte por aquello de que siempre solemos sentirnos atraídos por todo aquello que huele a nuevo, pero, principalmente por ese famoso ogro verde que rápidamente se hizo popular en todo el mundo y que solo fue el primer paso de una espectacular franquicia.
Aunque siempre que pensamos en Dreamworks la primera película que se nos viene a la mente es Shrek, lo cierto es que los primeros títulos del estudio fueron otros que no tuvieron tanto éxito. Si creciste en aquella época te acordarás de Antz (1998), la primera de ellas, y quizá también de El Príncipe de Egipto (1998).
Cofundada por Jeffrey Katzenberg junto a Steven Spielberg y David Geffen en 1994, quizá te sorprenda saber que el origen de la existencia de Dreamworks no es otro que la propia Disney, que desde el primer momento tuvo en el punto de mira como principal rival en la industria. Katzenberg había estado trabajando durante toda la década anterior en Disney tras su etapa anterior en Paramount y había sido el propio Michael Eisner quien lo había llevado a Disney cuando fichó como CEO de la compañía. Entonces corría el año 1984 y Katzenberg, responsable a cargo de algunos de los grandes éxitos del estudio como La Sirenita, La bella y la bestia, Aladdin o El Rey León, era muy apreciado en la empresa.
¿Qué ocurrió entonces? La historia que ha trascendido es que Eisner, quien le habría prometido un importante ascenso como Presidente de la división de animación, asumió las funciones del puesto al que aspiraba Katzenberg cuando este quedó vacante. "Con razón, Jeff Katzenberg quería ser ascendido", recordaba el propio Eisner en declaraciones a The Hollywood Reporter en 2016 en las que señalaba al sobrino de Walt Disney como la principal razón por la que no lo hizo. "Pero Roy E. Disney, a quien no le agradaba en absoluto, olvidé la razón, pero Jeffrey probablemente no lo trató de la forma en que Roy hubiera querido ser tratado, me dijo: 'Si lo nombras presidente, comenzaré una lucha por poderes'. Así que eso estaba fuera de discusión. No pude hacerlo. Tuve que dejarlo ir".
Entonces Katzenberg demandó a Disney por 250 millones, los ganó y con ellos confundó Dreamworks. Sin embargo, la historia no quedaría ahí.
Una polémica muy sonada en su día fue el enfrentamiento que Dreamworks protagonizó con Pixar -cuando entonces todavía no pertenecía a Disney pero sí tenía un acuerdo para la realización de varias películas- al respecto de los parecidos entre Antz, la primera película del estudio fundado por Katzenberg , y Bichos. Según parece, con Dreamworks recién fundada tras su ruptura con Disney, Katzenberg había recibido a John Lasseter y Andrew Stanton en su estudio, en una visita en la que habrían compartido un montón de información sobre su nueva película y sus planes de estreno. Cuando Dreamworks anunció Antz, Lasseter se sintió traicionado y pidió explicaciones pero Katzenberg aseguró que su idea era original. Finalmente Antz se estrenaría meses antes que Bichos, no sin antes una buena batalla. Sin embargo, Bichos resultaría mucho más exitosa.
El primer gran éxito de Dreamworks se retrasaría hasta 2001 con el estreno de Shrek, que logró ser un éxito en todo el mundo, especialmente con su segunda película, y que dio lugar a una franquicia de cuatro películas, varios especiales y diversos 'spin-off'. Bien, pues resulta que en en Shrek, además de una historia divertida como pocas, los espectadores también pueden encontrar parte de aquel resquemor. Sea intencional o no.
El TikToker Alex Sowick lo explica genial en este vídeo:
No es difícil cazar las referencias a personajes populares como Pinocho, pero, si recuerdas aquella simpática escena en la que Pumba, Timón y Simba se cuestionan qué son las estrellas, es fácil cazar una referencia en tono de burla en Shrek, cuando Burro, con actitud resignada, afirma que son "puntos" y punto. Además, al principio de la película, Shrek arranca una de las páginas del libro de cuentos de La Bella Durmiente para limpiarse el culo después de ir al baño.
Y eso no es todo, puesto que la prueba más divertida según los fans es el rostro de Lord Farquaad, que intenta caricaturizar al de Michael Eisner como zasca por lo sucedido en el pasado.