"No estaba muy contenta. Me sentía enjaulada": Emma Watson no ha fichado por ninguna película desde 'Mujercitas' y hay una razón

Desde 2001 hasta 2011, Emma Watson solo fue un personaje en la gran pantalla. La actriz debutó de niña delante de las cámaras en el papel de Hermione Granger en la saga de ocho entregas de Harry Potter. Después, siguió trabajando en títulos como Las ventajas de ser un marginado, Noé, La Bella y la Bestia y Mujercitas. Pero tras dar vida a Merg March en el filme de Greta Gerwig estrenado en 2019, Watson no ha fichado por ningún proyecto nuevo. Y hay una razón detrás.

"No estaba muy contenta, para ser honesta", comienza la intérprete en Financial Times. "Me sentía enjaulada. Lo más difícil era salir ahí fuera y vender algo de lo que no tengo mucho control. Ponerme delante de una película y que todos los periodistas me puedan preguntar: '¿Cómo se alinea esto con tu punto de vista?'. Era muy difícil ser la cara y la portavoz de cosas en cuyo proceso no me había involucrado".

Watson incluso reconoce que sintió que estaba siendo castigada por cosas que ni ella había hecho. "Me hicieron responsable de una forma que encontré bastante frustrante porque no tenía voz, no tenía nada que decir", añade.

Como continúa:

Comencé a darme cuenta de que solo quería ponerme delante de cosas en las que si alguien me iba a criticar podría decir, de una forma en la que no me iba a odiar a mi misma: 'Sí, lo arruiné, fue mi decisión, debería haberlo hecho mejor

El único proyecto que Watson ha llevado a cabo tras Mujercitas ha sido el cortometraje Prada Paradoxe con motivo del lanzamiento del nuevo perfume de Prada. La actriz, además de delante de las cámaras, ha debutado como directora. "La gente siempre me decía que debía dirigir y producir, incluso cuando estaba en Potter. Me preocupaba que fuera solo técnico y no creativo y que no pudiera aportar mis habilidades", afirma.

Pese a este parón, Watson reconoce que quiere seguir trabajando como actriz. "Absolutamente", responde al meido antes citado. Aunque también está "contenta de sentarse y esperar al próximo proyecto correcto". "Me encanta lo que hago. Es encontrar una forma de hacerlo con la que no me fracturo en diferentes caras y personas. Y no quiero cambiar a modo robot nunca más. ¿Tiene eso sentido?", concluye. 

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