La pesadilla de Eva Green con la película A Patriot por fin ha llegado a su fin. Y lo ha hecho depositando un millón de dólares en su cuenta bancaria, que es lo que la actriz había asegurado le correspondía en su demanda a la productora White Lantern, que posteriormente interpondría una contrademanda contra ella acusándola de haber provocado que la película de ciencia ficción no pudiera hacerse finalmente. Una cláusula de su contrato que determina que, efectivamente, se le debe ese dinero aunque no haya rodado la película.
La sentencia se ha dado a conocer cuatro meses después de la celebración del juicio en enero de 2023, un proceso legal de lo más desagradable en el que los testimonios de ambas partes fueron de lo más duros y dejaron algunas frases impactantes.
Según aseguraba la actriz de Penny Dreadful y Casino Royale, entre otras, ella se unió en 2019 al elenco de The Patriot con una gran ilusión, como parte de un proyecto escrito y dirigido por Dan Pringle cuyo presupuesto inicial se había fijado como de 10 millones de dólares. Sin embargo, mientras los productores trataban de conseguir la financiación necesaria con dificultades, la cifra fue haciéndose cada vez más pequeña sin que Green tuviera ninguna constancia de aquello. Y el proyecto del que ella se había "enamorado" comenzó a ser algo muy distinto: "Me enamoré de la historia y pensé que tenía que ser contada", declaró ella misma en el juicio sobre la razón por la que aceptó en un primer lugar la película que no pudo salir adelante.
El juicio
Señalando a Eva Green como la responsable de que el proyecto saltase por los antes antes de poder rodarse, la productora White Lantern respondió a la exigencia de Eva Green de recibir el 1 millón de dólares que se le debían por una cláusula de su contrato con otra demanda por "conspiración, engaño e interferencia ilegal" que podría haber acabado en una muy mala cifra para la intérprete de haber perdido el juicio. Según la productora, Green había saboteado deliberadamente la producción de la película para poder comprar el guion y hacerlo ella misma.
Durante el juicio, Green confirmó ante los abogados de la parte contraria haberse referido a A Patriot como "una película de mierda de serie B" y también su creencia de que haber formado parte de ella hubiera sido perjudicial: "Cuando un actor ha aparecido en una película de Serie B te marcan como un actor de Serie B y nunca consigues trabajo de calidad de nuevo... Podría matar mi carrera", dijo admitiendo que, cuando se dio cuenta de los problemas de financiación del filme, le "entró pánico".
Según recogió en su día por Variety a partir de documentos legales, Green también insultó al productor del filme, Jake Seal, de quien dijo era un "imbécil", "malvado" y "puro vómito", aunque en el juicio explicó que se había dejado llevar por su "francesidad". "A veces digo cosas impulsivas que no son ciertas. [...] Era mi parte emocional hablando".
La sentencia
La sentencia, no obstante, no deja muy bien a Seal: "Después de haberle oído declarar, puedo entender cómo es posible que te caiga mal al instante", ha señalado el juez del caso Michael Green. "En ocasiones era condescendiente, sarcástico y denigrante. Me pareció que tenía una agresividad innata y puedo entender por qué a la Sra. Green y a otros podría haberles disgustado que se les dijera que tenían que hacer la película bajo su control absoluto".
De igual modo, el juez también se ha referido a la actriz como una "testigo frustrante e insatisfactoria". No obstante, a pesar de ello, ha considerado que Green no ha incumplido su contrato y desestimado la demanda de White Lantern en la que era acusada de haber dinamitado la película: "Esto no fue parte de una conspiración o engaño ilegal. La actriz quería desesperadamente hacer que el película."
Un juicio que ha terminado en favor de la actriz, quien no ha tardado en mostrarse aliviada en sus redes sociales y ha aprovechado a aclarar los malosentendidos que puedan existir tras la cobertura mediática.
"Me vi obligada a plantar cara a un pequeño grupo de hombres, financiados con grandes recursos económicos, que intentaron utilizarme como chivo expiatorio para encubrir sus propios errores. Estoy orgullosa de haberme enfrentado a sus tácticas de matones. Hicieron acusaciones falsas sobre mí en documentos judiciales públicos que ahora el juez ha demostrado que son totalmente incorrectas".
Por su parte, la productora, se muestra decepcionada: "Naturalmente, estamos decepcionados por la sentencia de hoy y las conclusiones del tribunal. Estamos considerando cuidadosamente nuestras opciones en cuanto a los próximos pasos potenciales, incluida la apelación".