Que Samuel L. Jackson es uno de los actores más queridos de Hollywood ya lo sabíamos de sobra. Debutó en el cine hace cincuenta años y desde entonces ha hecho todo tipo de películas, desde cine social como Haz lo que debas hasta películas de acción como La jungla de cristal: La venganza, fenómenos virales como Serpientes en un avión, colaboraciones con Quentin Tarantino o su aparición como engranaje vital del Universo Marvel. Precisamente una de esas películas, Capitán América: El soldado de invierno, le une con el director de Jackie Brown de la manera más inesperada.
Un hombre recto y sin furia
Recordemos por un momento la secuela de Capitán América: en ella, Nick Fury (Nick Furia si llevas toda la vida leyendo tebeos) acaba gravemente herido tras una pelea contra Bucky Barnes y, tras avisar a Steve Rogers, muere de un disparo. O eso es lo que nos hicieron creer, porque realmente estaba usando, en un giro muy de cómic, un suero ralentizador del corazón para fingir su muerte. De hecho, el año siguiente volvió a aparecer por Vengadores: La era de Ultrón y aún sigue dando vueltas por el Universo Marvel.
El caso es que, al morir, tuvo una lápida en condiciones, en la que ponía lo siguiente: “Coronel Nick J. Fury: “El camino del hombre recto…” Ezequiel 25-17”. No es que el coronel Fury sea la persona más religiosa de Marvel, sino que, a poco perspicaz que seas, ya habrás pillado que es una referencia a Pulp Fiction, la película con la que Quentin Tarantino rompió todas las expectativas.
Si no la has visto todavía (¿cómo es posible?), debes saber que Jules Winnfield, antes de matar a quien tocara matar, repite un pasaje de la Biblia que tiene memorizado: “El camino del hombre recto está por todos lados rodeado por la injusticia de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que en nombre de la caridad y de la buena voluntad saque a los débiles del valle de la oscuridad porque él es el auténtico guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos. Y tú sabrás que mi nombre es Yahvé cuando caiga mi venganza sobre ti”. Así que la aparición en Marvel de la famosa frase hace que se nos erice el pelo de pura nostalgia. ¿Habrá intentado Marvel contactar con Tarantino? Solo podemos soñar.