En 2017, Christopher Nolan se embarcó, por primera vez en su carrera, en el género del cine bélico. Con Dunkerque, el director de Origen e Interstellar narra los destinos cruzados de soldados, pilotos, marineros y civiles británicos durante la Operación Dinamo en mayo de 1940, consistente en la evacuación de la Fuerza Expedicionaria Británica, rodeada por tropas alemanas en la playa de Dunkerque, a Inglaterra, en plena Segunda Guerra Mundial.
Como en cada uno de sus largometrajes, Christopher Nolan no escatimó en lo grandioso con Dunkerque. Gracias a un presupuesto de 100 millones de dólares, la película pudo llevar a cabo un rodaje épico que le proporcionó a la película una sensación de realismo extremo. Básicamente porque en ella había muchos elementos reales: locaciones reales de sitios históricos, barcos y aviones reales de la época y nada menos que 2.000 extras.
Con su conocido dominio de la imagen y el sonido -que le hizo merecedor de los Oscar a Mejor Montaje, Mejor Edición de Sonido y Mejor Mezcla de Sonido-, cada escena logra ser tan impresionante que no deja a nadie indiferente. Pocas veces se ha contado la guerra de una manera tan inmersiva.
El éxito de Dunkerque entre la crítica es innegable y lo avala su puntuación casi perfecta del 92% en el portal de críticas Rotten Romatoes, pero es que, además, también fue un éxito comercial, con más de 525 millones de dólares recaudados en todo el mundo. Una cifra que posiciona a la joya de Nolan como la película de la Segunda Guerra Mundial más exitosa a nivel internacional, solo por detrás pero muy cerca de El Francotirador (2014) de Clint Eastwood, que recaudó 547 millones.
La película, protagonizada entre otros por Fionn Whitehead, Mark Rylance y Tom Hardy, tiene el honor de estar en el top del aclamado cineasta Quentin Tarantino, que no dudó en brindarle un increíble segundo puesto en su top de películas de la década 2010-2020 durante su visita a un podcast del medio TheRinger.
“Es una sinfonía”: La película de 2017 que Tarantino no puede dejar de verSegún explicó el director de Pulp Fiction, Malditos Bastardos y Érase una vez... en Hollywood, Dunkerque fue a su top desde el primer momento, pero fue escalando puestos a medida que la veía una y otra vez: "Tuve una experiencia interesante con ella las primeras veces. [...] No sé lo que pensé la primera vez que la vi. Estaba asimilando el espectáculo que ofrecía. Me gustó la película, pero todo ese derroche casi me insensibiliza ante la experiencia". Tras la tercera vez, Tarantino aseguró que "los árboles me dejaron ver el bosque": "Al tercer o cuarto visionado te sobrepones el estilo y te das cuenta de los trucos del mago. Es una sinfonía, todo funciona".