Ocurrió hace una década, pero la última semana he recuperado protagonismo una impactante anécdota sobre el detrás de las cámaras del Universo Cinematográfico de Marvel que sin duda habrá dejado ojiplático a más de uno. Tal y como han recuperado los compañeros de Espinof, una fuente interna de la poderosa franquicia reveló en 2013 que tanto Chris Hemsworth y Scarlett Johansson estuvieron realmente cerca de acabar fuera de los planes de futuro y que, si su despido no llegó a materializarse, fue gracias a la mano de su compañero más veterano, Robert Downey Jr.
El actor lo había iniciado todo en 2008 en la piel del personaje titular de Iron Man, la película sobre el Hombre de Hierro que finalmente resultaría ser la primera de la megafranquicia, y, como la propia fuente sentenciaba, se trataba del único "con poder real".
Sin embargo, a pesar del éxito masivo que resultó ser la película dirigida por Jon Favreau, Marvel dejó claro desde el principio que no le temblaría demasiado el pulso a la hora de deshacerse determinados actores frente a la presión salarial que pudieran ejercer sobre el estudio. Sin ir más lejos, eso es lo que ocurrió dos años más tarde con Iron Man 2, cuando Terrence Howard demandó un aumento de salario para su regreso como Máquina de Guerra y el resultado fue que el papel fue directo a parar a manos de un nuevo actor: Don Cheadle, que se quedaría en el resto de películas en las que aparecería el personaje.
El desagradable despido de Edward Norton de Marvel que indignó por completo al actor: "Es una declaración poco profesional, falsa y claramente difamatoria"Un par de años más tarde, con la franquicia mucho más extendida y ya estrenada la primera entrega de Vengadores de Joss Whedon, hubo nuevas disputas. ¿La razón? Pues que, a excepción de Robert Downey Jr., los encargados de interpretar al resto de héroes no tenían precisamente grandes sueldos, pese al enorme éxito que estaba teniendo la franquicia. Según una fuente de Deadline contó en 2013, mientras Downey Jr. cobraba 50 millones de dólares por meterse en el traje de Iron Man, a algunos de sus compañeros del UCM apenas se les pagaban 200.000 dólares.
La presión salarial se acentuó a medida que se acercaba el comienzo del rodaje de Vengadores: La era de Ultrón, con Chris Hemsworth y Scarlett Johansson posicionándose como firmes candidatos a seguir los pasos de Terrence Howard. Sin embargo, mientras en el caso de Máquina de Guerra, Howard llegó incluso a señalar a Robert Downey Jr. y sus exigencias salariales como la razón de que a él no se le subiese el sueldo, en el caso de los protagonistas de las películas de Thor y Viuda Negra fue la estrella de Hollywood quien medió a su favor.
IRON MAN AL RESCATE
Cuando Chris Hemsworth y Scarlett Johansson se encontraron en conflicto con Marvel, negándose a firmar un nuevo contrato si no recibían un aumento de salario, Downey Jr. se apresuró a ponerse de su parte.
El equipo de Chris Hemsworth argumentó que el actor ya había cobrado 5 millones de dólares por Blancanieves y la leyenda del cazador (2012) y que no tenía problema en seguir trabajando con Universal si Marvel no tenía interés en mejorar sus condiciones. De igual modo, Scarlett Johansson también dejó claro que no regresaría al UCM por tan poco dinero.
Y como todos sabemos por cómo terminó toda la historia, las negociaciones llegaron a buen puerto: Robert Downey Jr. persuadió al estudio para que revisase las ofertas de los actores y, según revelaría la fuente de Deadline, llegó a ser bastante tajante:
Él es el único con poder real en esta situación. Y también tiene huevos de acero. Envió un mensaje de texto diciendo que no trabajaría para una empresa que trata a los compañeros de trabajo como basura
Tras la mediación de Downey Jr. y las merecidas mejoras de los actores de la franquicia, Scarlett Johansson y Chris Hemsworth pudieron demostrar lo esenciales que eran para el Universo Marvel, que actualmente se encuentra ya en su Fase 5 y acaba de estrenar una nueva película, Guardianes de la Galaxia 3, que ya está arrasando en las salas de cine.
