Un neumático asesino en serie; el descubrimiento de una cinta VHS en el estómago de un jabalí; un hombre obsesionado con una chaqueta de piel de ciervo; el descubrimiento de una mosca gigante en el maletero de un coche; un grupo de superhéroes adicto al tabaco…
No, estas premisas de películas no nos la ha sugerido ChatGPT. Estas películas existen y tienen en común la autoría de uno de los directores franceses más locos, irreverentes e imprescindibles del panorama actual. Su nombre es Quentin Dupieux y antes de dar órdenes a un equipo de filmación se dedicaba al tecno. ¿Os suena este muñecote?
Efectivamente, se trata de Mr. Oizo. Por allá del año 1999 nos taladró el oído (pero bien) a los que ya pintamos canas con un temazo acidorro que atronaba en pubs y discotecas. Pero a Dupieux el universo de sonidos chirriantes protagonizados por un peluche amarillo se le quedaba corto. Necesitaba expandir su universo, uno en el que podían coexistir neumáticos asesinos, moscas gigantes y superhéroes fumadores.
Quentin Dupieux, un genio del absurdo
Algo por lo que destaca también Quentin Dupieux es por su incontinencia creativa. Este año tiene previsto el estreno de dos películas, la de los superhéroes titulada Fumar provoca tos y la protagonista de este artículo, Increíble pero cierto.
Atelier de Production, arte France Cinéma, Versus Production
Hemos de advertir que la sinopsis de una película de Quentin Dupieux nunca le va a hacer justicia, pero allá vamos. Una pareja madura, por fin, adquiere una casa y esta viene con regalo: algo hay en el sótano. Poco hay más de la trama publicada en internet y, a decir verdad, poco más deberíais saber. La mejor manera de adentrarse en el fantástico universo de este realizador es sabiendo lo menos posible de sus películas o, por lo menos, solo su premisa inicial. En esta tenemos una pareja madura. Una casa con un sótano que esconde un secreto. Punto. 74 minutos para la locura, una película breve en un panorama en el que parece que tuvieran que durar dos horas y media. Una bendición.
Increíble pero cierto cuenta con la participación de Alain Chabat, un clásico de la comedia francesa que ya participó en otra magnífica película de Dupieux, Réalité, Léa Drucker (Diastème), Anaïs Demoustier (Novembre) y Benoît Magimel, protagonista de la imprescindible Pacifiction de Albert Serra.
Te dejamos con un clip en exclusiva que, quizás, fuera del contexto de la propia película, os puede descolocar un poco. No hagáis caso: Increíble pero cierto seguramente no se parezca a nada que hayáis visto anteriormente. Excepto alguna de las películas del propio Dupieux, claro.
Yo tengo ya marcado el 19 de mayo en mi calendario como una de esas citas imperdibles con las salas de cine. Debemos cuidar de cineastas como Quentin Dupieux, aquellos que no se doblegan ante las modas y las corrientes mayoritarias y siguen haciendo las películas que verdaderamente quieren. Y, encima, son buenas.
