La carrera profesional de Jennifer Lopez está repleta de momentos icónicos comenzando por su Jenny From The Block, hasta la famosa escena del zapato de la comedia romántica La wedding planner, película que he visto en casa de mi amiga Carmen entre tres y trescientas veces, o su aparición en la alfombra roja con el mítico vestido de Versace verde, momento culpable de que exista Google Imágenes. Sí, sí, así como lo lees, ¿fuertecito, verdad?
Por suerte o desgracia, ya sabemos, como comenté en el post sobre los supuestos retoques estéticos de Meg Ryan, que la vida de las actrices no es sencilla ni siquiera cuando estas son superestrellas. Pasar de los 40 es prácticamente una condena y la sociedad y el negocio imponen unas exigencias físicas inalcanzables una vez que se llega a cierta edad. Si a ello se le añade el hecho del ritmo de vida profesional que lleva Jennifer Lopez, se hace impensable seguirlo sin estar en forma. Recuerda además que antes de pasarse a la música y la interpretación, la cantante comenzó siendo bailarina.
¿Qué pretendemos con estas aclaraciones? Pues en primer lugar que no pienses que lo normal es tener 53 años y lucir como lo hace la artista, porque por suerte o desgracia, para ella su cuerpo es una herramienta más de trabajo. Por otra parte, tiene el tiempo y dinero necesarios para permitirse los mejores entrenadores, nutricionistas y médicos para que la asesoren de forma personalizada, además de contar con estilistas y equipos de maquillaje y peluquería profesionales detrás de cada una de sus apariciones públicas. Y por supuesto, los retoques que pueda haber o no detrás de una foto, o las millones que se hayan disparado antes de seleccionar la definitiva.
Igualmente, con esto no queremos desacreditar el trabajazo físico que lleva a cabo a la intérprete, que debe ser brutal, al igual que el de Ana de Armas, que también develó cómo se mantenía en forma. Además, su marido, el también actor Ben Affleck, comentó en el "talk show" de su compañera de profesión Drew Barrymore que su mujer come absolutamente de todo, pero no en referencia a que sigue una dieta equilibrada, sino a que también toma pizzas, galletas o dulces. El protagonista de Pearl Harbor se comparaba además con su esposa, con la que se casó el año pasado en el mes de julio, diciendo que él también practica deporte, pero que ni por asomo su forma física y apariencia tenían nada que ver con la de ella.
Los dos artistas reconectaron en 2021 tras años separados, incluyendo matrimonios con otras personas, ella con Marc Anthony y él con Jennifer Garner, y se dieron el sí, quiero en una ceremonia íntima en Las Vegas tras su sonada ruptura en 2004, ya que fueron una de las parejas más icónicas de los 2000.