El equipo de Killers of the Flower Moon ha presentado ante la prensa esta revisión del western clásico que ha sido acogida con un entusiasmo cuasi unánime por los periodistas acreditados en Cannes. Martin Scorsese ha mostrado su emoción por el recibimiento del film en su estreno mundial, una obra en la que han volcado "mucho amor y años de trabajo". Lo han acompañado Leonardo DiCaprio y Robert De Niro, dos intérpretes recurrentes en su filmografía que coinciden por primera vez en esta película, y Lily Gladstone, la gran revelación de Killers of the Flower Moon.
Martin Scorsese ha explicado los cambios respecto a la novela homónima de David Grann en que se han basado a la hora de relatar la historia real de la serie de asesinatos que tuvo lugar en territorio Osage en los años veinte, después de que este pueblo originario se enriqueciera de manera súbita tras el hallazgo de petróleo en sus tierras. "Con Leo nos dimos cuenta de que no se trataba de hacer un 'whodonit', que no importaba tanto el quién lo hizo como la persona que no hizo nada. Así que decidimos no explicar toda historia desde el punto de vista del FBI. Y nos dimos cuenta de que el corazón de la película se encontraba en Ernest, que encarna el trágico vínculo de amor, confianza y traición que ha mantenido la gente blanca con los pueblos originarios. Porque no nos interesaba rodar una película cómoda sobre este tema. ¿Qué otra cosa puedo hacer a mi edad que asumir riesgos?".
Porque no nos interesaba rodar una película cómoda sobre este tema. ¿Qué otra cosa puedo hacer a mi edad que asumir riesgos?
Leonardo DiCaprio da vida a Ernest, un hombre que, a su regreso de la Primera Guerra Mundial, contrae matrimonio con Mollie, una mujer de la nación Osage a la que parece amar pero con quien también desarrolla una relación más tenebrosa. El actor ha reivindicado la capacidad de Scorsese para "mostrar la humanidad de un personaje muy oscuro al mismo tiempo que realiza un ajuste de cuentas con nuestro pasado. El filme también representa una revisión de esas películas con historias de amor retorcidas. Y nuestro principal objetivo radicaba en incorporar la verdad y la experiencia del pueblo Osage en la película de la mejor forma posible". El actor también se ha deshecho en elogios para con su director. "La maestría de Marty reside en su perseverancia y su ferocidad a la hora de contar la verdad por muy incómoda que esta sea. Y a eso debemos añadir su respeto por la historia del cine, y la manera sin parangón en que ha recogido la influencia de los cineastas del pasado".
Paramount Pictures
Scorsese ha insistido en lo importante que era respetar al pueblo Osage. "Mantuvimos diversas reuniones con ellos antes de empezar el rodaje. Hablaron, rezaron y llevaron a cabo un ritual que me emocionó y me afectó, y me he basado en todo ello. Aprendí de sus valores sobre el amor y el respeto a la tierra, entendí qué significa realmente vivir en este planeta. Sus valores me reorientaron no solo respecto a la película que queríamos hacer, también sobre qué hacemos en este mundo. Su legado resulta apabullante. Montesquieu se inspiró en elementos de su organización que después los Padres fundadores introdujeron en la Constitución de nuestro país. Nuestra productora y documentalista Marianne Bower hizo un trabajo muy exhaustivo e integramos todos los detalles de la cultura Osage de forma natural y orgánica en la película, empezando con el ritual del entierro de la pipa de la primera secuencia".
Lily Gladstone ha agradecido que el equipo del film se acercara a ellos desde la humanidad y no solo desde la mirada antropológica, y ha celebrado que artistas de la talla y el eco de Martin Scorsese "reten la supremacía blanca". Ha comentado las dificultades de encarnar el personaje de Mollie, lo complicado de "transmitir lo que piensa tras su apariencia silenciosa", y ha hablado de la responsabilidad de interpretar a una mujer que resulta todo un símbolo para su comunidad.
Robert De Niro, por su parte, ha recordado su anterior vez en Cannes con Martin Scorsese, en 1976 cuando presentaron Taxi Driver, que ganó la Palma de oro. Y ha confesado que no acababa de entender a su personaje, William, el tío de Ernest, el cacique en la sombra del lugar que maneja a su sobrino a su antojo. El actor no comprende a un tipo que "tiene que ser encantador para conseguir aquello que le interesa, pero acaba traicionando a la mayoría. Se mueve desde un sentimiento de privilegio ('y de supremacía', le añade Scorsese). Un privilegio del que hemos empezado a ser más conscientes desde el asesinato de George Floyd, que puso en evidencia el racismo sistémico. William encarna la banalidad del mal. Es un tipo de hombre que todavía existe, ya sabéis a quién me refiero, alguien al mismo tiempo muy estúpido y muy listo que se siente amado por gente a la que perjudica, lo que le otorga legitimidad. Sí, mi personaje recuerda un poco a Trump. Vale, ya he dicho su nombre", ha soltado el actor. Y ha añadido, "Estoy muy de acuerdo con los cambios que han llevado a cabo respecto a la novela, que es fantástica. Porque no queríamos la típica película sobre los héroes que llegan y salvan a la protagonista".
Mi personaje se mueve desde un sentimiento de privilegio ('y de supremacía', le añade Scorsese). Un privilegio del que hemos empezado a ser más conscientes desde el asesinato de George Floyd, que puso en evidencia el racismo sistémico
También presente en la rueda de prensa, el jefe de la Nación Osage Geoffrey Standing Bear ha manifestado la satisfacción de su pueblo con la película. "Con el autor del libro original ya expresamos nuestra preocupación de que los Osage no tuviéramos voz en la historia. Antes de que empezara a rodar, le pregunté a Martin Scorsese cuál iba a ser su enfoque. Y me contó que iba a centrarse en la confianza entre Ernest y Mollie, y a su vez en la confianza entre los Osage y el mundo exterior, una confianza que se acaba traicionando. Y que la historia se explicaría en parte a través de los ojos de Mollie. Todo el equipo nos transmitió que querían rodar una película de la que los Osage se sintieran orgullosos. Para nosotros, esto era nuevo. Scorsese se comprometió a filmar en nuestra tierra, con nuestra gente, no solo empleados como extras, también colaborando con el equipo técnico en labores de vestuario, fotografía y música. En el film se oye nuestra lengua, que se encuentra en peligro de desaparición, y la hablan estrellas como De Niro y DiCaprio. Yo tenía mis prejuicios sobre el mundo del cine y los actores. Y me impresionó lo duro que trabajaron todos para aprender nuestro idioma y empaparse de nuestra cultura. Nuestro pueblo ha sufrido. Pero Martin Scorsese ha restaurado la confianza de nuestra gente".
