Casi han pasado 10 años desde que la primera película de Guardianes de la Galaxia cautivó a fans y no fans de Marvel con el más divertido grupo de héroes de la Casa de las Ideas y ahora, con el estreno de Guardianes de la Galaxia 3, en cines desde el pasado 4 de mayo, se ha puesto el broche de oro a la saga estrella dirigida por James Gunn.
La película llamó la atención de la audiencia desde el principio por un sinfín de razones y sus protagonistas rápidamente se ganaron un hueco en el corazón de los espectadores, entre quienes surgió una extendida duda que ya había resuelto la película sin que apenas nadie se hubiera dado cuenta. Muchos espectadores se preguntaban cómo era posible que los miembros de Guardianes de la Galaxia pudiesen entenderse entre sí cuando cada uno de ellos provenía de un planeta y raza diferente. Si ya hay problemas para entenderse con el inglés, el chino o el japonés, imagina hacerlo con un modo de comunicarse completamente diferente.
Y aunque James Gunn ya aclaró mediante Facebook -donde acostumbraba a responder preguntas de los seguidores- que todos ellos tenían traductores integrados, la realidad es que la primera entrega de la franquicia ya lo revelaba.
No es tan fácil "cazarlo" pero, cuando apresan a los personajes protagonistas, cada uno de ellos es identificado en pantalla y, además de mostrar los detalles del peso o la altura, aparece un detalle personal. Cuando aparece Star-Lord, de hecho, se puede leer: "Traductor implantado en el cuello". Claro que ver a Chris Pratt enseñando el dedo corazón distrae un poco.
Además, esta escena ya dio un dato muy importante respecto a otro miembro de los Guardianes, puesto que cuando aparece Gamora podíamos saber que se trata la "última superviviente de los Zehoberi".
En la tercera entrega de la saga Guardianes, el asunto del traductor vuelve a mencionarse en una escena en la que Mantis (Pom Klementieff) tiene el primer contacto con los niños creados por el Alto Evolucionador (Chukwudi Iwuji) y se da cuenta de que su lenguaje no se encuentra en su traductor. Sin embargo, no deja de llamar la atención que Drax no tiene problemas para entenderles, aunque Guardianes de la Galaxia: Volumen 3 no explica la razón.