Penúltimo día de Festival de Cannes. Las fuerzas de Alejandro G. Calvo empiezan a flaquear y las nubes vuelven a salir, pero siempre hay una nueva razón para recuperarse. Hoy toca repasar la nueva película de Aki Kaurismäki, Fallen Leaves, un viejo conocido del certamen y uno de los favoritos de G. Calvo que sigue sin defraudar, a pesar de no salirse de su estilo.
La magia del director finlandés es que lleva más de 30 años haciendo la misma película, pero todas ellas maravillosas e imprescindibles dentro de la historia del cine.
Fallen Leaves cuenta una historia de "chico conoce a chica", pero no tienen buena suerte. Son dos "perdedores natos" que se encuentran, se enamoran, pero pierden el número de teléfono. "Es un retrato muy bonito sobre dos perdedores natos que, a través de su encuentro y de su posibilidad o no de encontrarse y de volver a retomar contacto, podrán hacer de sus vidas algo mejor", resume G. Calvo.
"Aki Kaurismäki lleva desde los años 80 haciendo siempre la misma película y siempre es buenísima. Todas cuentan, básicamente, las mismas cosas. Todas cuentan historias de solitarios, perdedores y alcohólicos que se mueven en espacios cerrados, decadentes, mugrientos, rodeados de almas paralelas de otros fantasmas. Gente silenciosa, seria, triste, que, sin embargo, siempre van a encontrar una razón para vivir, generalmente, relacionada con el amor", cuenta G. Calvo en su crítica.
Hay mucho de poesía en el cine de este director. Como dijo Godard: "Hay gente que no hace películas, hay gente que hace cine". Con Fallen Leaves va un ejemplo.
'Fallen Leaves' es una variación de la gran sinfonía de Kaurismäki. Es la misma historia a la que cambia 3 o 4 cosas y florece como algo completamente nuevo. Me ha parecido una barbaridad 'Fallen Leaves'. Os diría que es la mejor película de Cannes, pero está Víctor Erice
Kaurismäki siempre tiene un mensaje de esperanza para la audiencia, pero eso no significa que no sepa ver el mal en el mundo. "No duda en poner villanos en sus películas -generalmente circunstanciales-. Él sabe ver la maldad en el mundo, pero esa parte mala es un contexto que oprime a los personajes sin pasarse", señala el crítico.
Más allá de esos puntos de maldad en sus cintas, sus personajes terminan encontrando un rayo de esperanza. "Son ellos los que, a través de las relaciones humanas, cómo podrán sobrellevarlo y por eso las nubes son pasajeras, o esas sombras en el paraíso acabarán por diluirse o esas hojas que caen no solo significa que mueres, sino que hay una belleza intrínseca", dice Alejandro G. Calvo.
