Pocas veces los aficionados al cine llegan a consensos tan claros como el que se alcanzó con las películas de El Señor de los Anillos. Tanto los apasionados de la obra original de J.R.R. Tolkien como aquellos que eran expuestos a su mundo por primera vez a través del cine concuerdan en que se trata de una grandísima trilogía. Un gran trabajo de fantasía con momentos que siguen en el recuerdo de muchos tras todos estos años.
Incluso el director Peter Jackson tiene sus momentos predilectos dentro de estas películas. Porque es un gran cineasta, pero al meterse en el complicado proceso que es adaptar las novelas de Tolkien lo hizo primero como fan de las mismas. Su resultado triunfal es fruto de imaginar sus escenas y pasajes favoritos, y pensar cómo realizarlos de la manera más cinematográfica posible.
De los más épicos a los pequeños momentos de comedia, las adaptaciones son una experiencia completísima que las vuelven grandes películas de fantasía. Claramente todos tenemos nuestras escenas favoritas, y es también el caso de Jackson, que destaca dos escenas por encima de todo. En su paso por el late show de Stephen Colbert, que es un enorme fan de Tolkien y de las películas, pudo hablar del proceso de rodar aquellas películas y cuáles son los momentos que él destaca.
Su mujer le pidió que no lo hiciera y tenía razón: El drama de fantasía de Peter Jackson que le dio a este actor una nominación al Oscar pero que fue una experiencia "horrible""Me encanta la secuencia en las Minas de Moria" dice el cineasta neozelandés lo primero al hablar de sus momentos favoritos. "Cuando entran por la puerta y todo el camino hasta el puente y la muerte de Gandalf... Simplemente me gusta esa secuencia". Es, sin duda, uno de los mejores tramos de La comunidad del anillo, donde la compañía se topa de verdad con la dificultad de su aventura.
Pero, para Jackson, el mejor momento está en Las dos torres, y está en un momento que en un principio no iba a formar parte de la película por problemas de tiempo. De hecho, el director no llegó a dirigir la escena, pero era clave para introducir al personaje que más le fascinaba: Gollum. Su escena favorita con el escalofriante personaje de Andy Serkis, a su parecer, "capta gran parte de la esencia".
"No teníamos tiempo para rodarla"
La escena en cuestión es una conversación de Gollum consigo mismo. "La clave con Gollum, como la mayoría sabe, es que es Sméagol y es Gollum. Está dividido, pero no teníamos la escena donde realmente tienes la idea de que este tío son dos personas". Jackson y su co-guionista Fran Walsh tenían claro que había que dejar clara la dualidad, pero la complejidad del rodaje lo hacía casi imposible, "no teníamos tiempo para rodarla".
La solución fue que Jackson no iba a dirigirla. Ni siquiera harían falta los actores principales Elijah Wood y Sean Bean. "Fran escribió una escena en la que Sam y Frodo están dormidos. Podían ser sólo bultos en la cama, ni siquiera necesitamos tener a Elijah y Sean, y un pequeño decorado, y no tenía a nadie que la dirigiera. Así que le dije a Fran: 'Bueno, tú la escribiste; deberías ir y rodarla'".
La escena no sólo se rodó y entró en el montaje final de cines, sino que "se ha vuelto bastante famosa". Es el momento clave para Gollum en toda la trilogía, y que hace que sea interesante como acompañante y antagonista de los Hobbits que se dirigen a Mordor. Menos mal que al final entraron en razón y encontraron la manera de rodarla, porque es esencial.
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