No tengo mucho tiempo para elegir una película, así que si no tengo muy claro qué ver, me fío del cartel. Suele dar muchas pistas de lo que podemos esperar dentro, pero también puede darnos una imagen errónea. Eso es lo que me pasó con Tin & Tina. El póster de presentación y el tráiler me hablaban de una estética muy particular, pero supuse que no me iban a contar nada nuevo. Pues me equivoqué de cabo a rabo.
Ahora que se ha colocado en el Top 10 de Netflix me he obligado a verla y lo que he descubierto es una de las joyas del terror español reciente. Tin & Tina se centra en un joven matrimonio que ha perdido a los bebés que esperaban justo el día de su boda. Ante la incapacidad de ella de seguir adelante, él la convence para adoptar a dos niños huérfanos que han sido criados por las monjas. Pronto se darán cuenta de que han recibido una educación tan estricta y religiosa que les hace imposible adaptarse a una rutina familiar normal.
El 'Super disco chino' será tu nueva pesadilla
El primer largometraje de Rubin Stein tiene mucho carácter y estética, pero también tiene una cosa que lo hace único: está lo bastante a gusto haciendo lo que hace como para permitirse salirse de las reglas del género y respirar fuera. Con esto me refiero a que puede colocar a los dos niños diabólicos protagonistas a bailar el 'Super disco chino' de Enrique y Ana y, lejos de restarle terror al asunto, provoca que, a partir de entonces, cuando escuches el 'Disco, disco, chino, chino, fino, filipino' solo podrás ver en tu mente a los dos niños albinos el demonio.
Este tipo de detalles hacen que sea una propuesta muy refrescante que sigue el estilo de lo que están haciendo los cineastas patrios en los útimos años. Aunque son películas muy diferentes, Tin & Tina hace que piense en La abuela, en el sentido de que son dos relatos muy poco convencionales que empujan un poco los límites que hasta ahora había en el ámbito cinematográfico. Y esto es una grandísima noticia. Se están cociendo muchas cosas en nuestro país.
Filmax
'La semilla del diablo' se junta con 'Buenas noches, mamá'
La propuesta de Rubin Stein tiene un indudable sabor español -las numerosas referencias a los años 80 la anclan en nuestra cultura popular- pero es inevitable pensar en cintas internacionales que sacudieron el género. La primera, la más obvia, es La semilla del diablo. Tiene mucho de la obra de Roman Polanski: una pareja que llega a un nuevo apartamento, un entorno extraño, el ansia por tener un bebé y, sobre todo, el elemento diabólico.
Pero donde gana Tin & Tina es en su acercamiento a Buenas noches, mamá. En la película austriaca de 2014, una madre es torturada por sus dos hijos porque, recién llegada de una operación estética que le tapa la cara, los pequeños no se creen que sea la de siempre. Insertar la tortura y el odio en una relación tan estrecha como la de madres e hijos es el punto clave de la cinta de Stein.
Una genial propuesta para conocer nuevos talentos españoles y para removerte un poco el estómago si estás dispuesto a ello. Por cierto, los papeles protagonistas van para Jaime Lorente y Milena Smit en lo que posiblemente sea uno de los proyectos más interesantes de su carrera. Ellos son los padres de estos dos niños ¿malvados? que te mantendrán en vilo durante dos horas.
