Taylor Swift se encuentra inmersa en una de sus giras más esperadas, The Eras Tour, mediante la cual repasa toda su carrera musical en conciertos que superan las tres horas, sin duda una experiencia casi religiosa, como diría Enrique Iglesias, capaz de llevar a los fans de la cantante al Nirvana.
La artista se encuentra atravesando un momento personal complicado y en las últimas actuaciones se ha mostrado especialmente emocionada al interpretar algunos de sus temas. Hace unos días hablaba de cómo Taylor Swift había vuelto a su era 1989 tras romper con Joe Alwayn, protagonista de Conversaciones entre amigos, una adaptación del libro homónimo de la escritora irlandesa Sally Rooney, autora también de Normal People, la serie que trata de lo mismo que Todas las veces que nos enamoramos pero que es mucho mejor.
La artista y el actor han mantenido una relación de seis años y como si nada todo saltó por los aires hace unas semanas, desatando además el rumor de que esta decisión se habría tomado bastante más atrás, algo que ha hecho pensar a los seguidores de la estadounidense que Midnights, su último disco, es una obra de ruptura y que va dedicada al intérprete inglés. Ahora yo escucho Maroon de otra forma, qué quieres que te diga.
Pero bueno, que lo que yo venía a contarte es que son muchos los afortunados que han conseguido entradas para el tour de Taylor Swift y que ya han asistido al "show" que comentan que tras vivirlo no recuerdan nada del mismo más allá de lo que han podido recuperar mediante sus propias grabaciones y fotos.
¿Se trata esto del síndrome de Stendhal en su versión más "millennial"? Pues según la ciencia no, pero tiene una explicación de acuerdo a sus pautas y es bastante lógica, como todo aquello comprobado con este método. La respuesta final es que se debe a la emoción que los asistentes sienten por ver a Taylor Swift, pero te cuento un poco más detalladamente todo lo que puede suceder dentro de ti si te has visto en una situación similar o si planeas sacrificar a tu primogénito por tal de conseguir entradas para la gira europea.
De acuerdo a lo que hemos leído en Hipertextual, la cantidad de emoción que se genera por ver a la cantante supera cualquier otro estado de ánimo, por lo que el cuerpo reacciona de forma diferente ante estos estímulos de acuerdo a lo que ha explicado la psicóloga de la Universidad Estatal de Nueva York Wan McNay.
Según aclara la experta, en este tipo de situaciones la amígdala cerebral libera un neurotransmisor llamado norepinefrina que almacena ese recuerdo especial en la memoria con prioridad ante otros. No obstante, aquí el sentimiento es tan fuerte que se ve desbordado, por decirlo de forma coloquial, algo que el cuerpo traduce en estrés, lo que provoca que el cerebro intente rehuir la situación a pesar de que la única amenaza que tenga en sus narices sea la de que a una le entren ganas de ir al baño justo en el momento en el que suene su canción favorita.
