Cuando Peter Jackson se lió la manta a la cabeza para dedicarse en cuerpo y alma a la compleja y ambiciosa tarea de llevar a la gran pantalla la obra más querida de Tolkien, el cineasta neozelandés sabía, sin duda, que no tenía cualquier cosa entre manos. Sin embargo, lo que entonces, a finales de los años 90, no estaba tan asegurado es que la famosa trilogía producida por New Line Cinema se convertiría en uno de los mayores fenómenos cinematográficos de la historia. Pero así fue, El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, El Señor de los Anillos: Las dos torres y El Señor de los Anillos: El retorno del Rey fueron estrenadas en 2001, 2002 y 2003 respectivamente y no solo cautivaron a los millones de fans de la obra de Tolkien, sino a amantes y no amantes del género con la que sin duda es una de las grandes obras maestras de la fantasía.
Sin embargo, antes de dirigir la adaptación cinematográfica a la que años más tarde seguiría, también en forma de trilogía, El Hobbit, Peter Jackson ya tenía una trayectoria a sus espaldas. Algunas de sus primeras películas, como Bad Taste (1987) o Braindead: Tu madre se ha comido a mi perro (1992), de hecho, son consideradas de culto, y antes de consagrarse en Hollywood con su retrato de la Tierra Media, había empezado a abrirse hueco con la alabada Criaturas celestiales (1994) y la divertida Agárrame esos fantasmas (1996).
Sin embargo, ni El Señor de los Anillos, ni El Hobbit, ni ninguna de las mencionadas son la película mejor valorada de la carrera de Jackson.
Ganadora del Oscar a Mejor película, Mejor director y Mejor guion adaptado en 2004, la primera película que a la mayoría se nos vendría a la mente al hablar de la película mejor puntuada del cineasta neozelandés sería El Señor de los Anillos: El retorno del Rey, pero el único filme con la firma de Jackson que tiene una puntuación del 100% por parte de la crítica especializada según el portal Rotten Tomatoes es una que probablemente sea también la más desconocida.
Su título es Forgotten Silver, La verdadera historia del cine, y tiene una curiosa historia detrás.
Estrenada en la televisión neozelandesa en 1995, Forgotten Silver es una película falso documental que cuenta la historia de un cineasta pionero de Nueva Zelanda, Colin McKenzie, quien pudo haber sido uno de los más grandes cineastas pero que cayó en el olvido. Tras el encuentro casual de algunas bobinas de varias de sus películas en el cobertizo de la que fuera su casa, Peter Jackson iniciaba una investigación de la mano de Costa Botes para la realización de un documental sobre su vida y obra.
Sin embargo, Colin McKenzie no existió, sino que tanto el personaje como las películas que se muestran en el documental fueron creados por el propio Peter Jackson, algo que, al principio, no fue del conocimiento del público. En su primera emisión en televisión el documental fue presentado como una historia real, para posteriormente revelarse la verdad, lo que generó bastante controversia en su día entre quienes sintieron que se les había tomado el pelo.
Sin embargo, la crítica se deshace en elogios hacia Jackson y, hoy por hoy, el 'mockumentary' es una obra de culto para muchos por todo el conjunto: tanto por la propia producción, a la que no le falta un detalle, como por el efecto que tuvo en el público.
