Hay directores muy perfeccionistas, pero hay uno que se lleva la palma. Principalmente, porque una de sus películas ostenta el récord Guinnes de mayor número de tomas de una misma escena.
Stanley Kubrick, cuando rodó Eyes Wide Shut, hizo que Tom Cruise pasase 95 veces por una puerta. Esa cifra ya es muy alta, pero muy baja comparada con las 148 veces que dos actores de El resplandor repitieron la misma escena.
Las víctimas del perfeccionismo de Kubrick fueron Scatman Crothers y Danny Lloyd. El primero dio vida a Dick Hallorann y el segundo a Danny Torrance en El resplandor. La película, protagonizada por Jack Nicholson e inspirada en la novela homónima de Stephen King, es considerada una obra maestra del terror. Pero para terror -y cansancio- el que tuvieron que experimentar Crothers y Lloyd.
La escena en cuestión es aquella en la que Dick le explica a Danny que tiene el ressplandor, una habilidad que le da varias habilidades como leer las mentes y tener premoniciones. La cifra de repeticiones de la toma es una locura, pero sabiendo que un niño estaba implicada en ella, se convierte en algo todavía más cuestionable.
Es una de las mejores películas de terror de la historia y una de las favoritas de Steven Spielberg: "Es imposible quitarla"Otra de las actrices que sufrió el perfeccionismo de Kubrick fue Shelley Duvall, que interpretó a Wendy, la mujer del protagonista. Por ejemplo, Duvall repitió la escena de la escalera unas 127 veces.
Kubrick no es el único director al que se le vinculan altas cifras de repetición de tomas. Sam Raimi, por ejemplo, repitió la escena de la cafetería en Spider-Man 156 veces porque quería hacerla sin efectos especiales.
Entonces, ¿por qué en el Libro de los récords Guinnes sigue apareciendo Kubrick y no Raimi si este último gana? Pues porque se trata del récord de mayor número de tomas de una escena con diálogo. En el caso del filme sobre el Hombre Araña protagonizado por Tobey Maguire no hay conversación entre los actores.
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