Empecemos por una obviedad: El Universo DC no está pasando por su mejor momento. La caída de la franquicia -por taquilla o críticas negativas- de superhéroes de Warner Bros. se remonta a finales de 2020, cuando se estrenó Wonder Woman 1984, la secuela de la Mujer Maravilla protagonizada por Gal Gadot. Las siguientes en la cola, El Escuadrón Suicida, Black Adam y Shazam: La furia de los dioses tampoco consiguieron remontar la saga. Dejamos de lado The Batman, que pese a compartir casa, no forma parte de lo que se conoce como SnyderVerse, la línea temporal que inició Zack Snyder con El Hombre de Acero.
Black Adam se estrenó cuando los cambios en el Universo DC estaban cocinándose. James Gunn y Peter Safran son los nuevos directores de DC Studios y tienen planeado hacer borrón y cuenta nueva en el SnyderVerse y darle un buen lavado de cara a la franquicia. Pero, antes de que eso ocurra, todavía quedan algunas películas de la vieja era por llegar a los cines. Flash es una de ellas.
La película en solitario sobre Barry Allen aterriza en carteleras con un mal panorama para el Universo DC. Pero, dentro de la lista de filmes que han hecho que la franquicia vaya en caída, el filme sobre el velocista escarlata podría ser la cura. Las alabanzas de Tom Cruise, Stephen King y el propio Gunn a la película dirigida por Andy Muschietti y las expectativas del regreso de Michael Keaton como Bruce Wayne/Batman son un aliciente, y elementos que han hecho olvidar al público los problemas con la justicia de su protagonista Ezra Miller. Pero, ¿son ciertas todas las bondades dichas sobre el proyecto? Cuidado porque el 'hype' puede pasarle muy mala factura.
Flash es la película perfecta para el verano: es muy divertida, amable, entretenida y tiene a uno de los superhéroes más identificables de los cómics de DC. Allen da vida a un Barry Allen neurótico y cómico que se gana al público en los primeros minutos del filme. La primera parte tiene un gran arranque con una secuencia de acción tremendamente seductora. A partir de ahí, el drama va ganando un poco más de peso cuando profundiza en el trauma infantil del protagonista. De niño, Barry Allen perdió a sus dos padres. Su madre fue asesinada y, al no encontrar culpables, su padre fue metido en la cárcel.
El director de 'Flash' habló con Zack Snyder, pero no para pedirle consejo: "Le dije que seríamos respetuosos"En Flash, el protagonista decide usar sus poderes para viajar al pasado y salvar la vida a su madre, a quien da vida Maribel Verdú. Pero modificar los hechos lo cambian todo en el presente y Barry Allen se encuentra en otra línea de tiempo en la que hay otra versión de él y en la que no hay superhéroes.
Es aquí donde entra en juego el multiverso, un elemento que se ha convertido en un atractivo factor dentro de longevas franquicias. Lo hemos visto en Spider-Man: Un nuevo universo, en Spider-Man: No Way Home y en Doctor Strange en el Multiverso de la Locura. También en otros títulos independientes como la oscarizada Todo a la vez en todas partes.
EL MULTIVERSO: LA CARTA DE LA NOSTALGIA
El multiverso funciona en las franquicias que se remontan a décadas atrás porque permite jugar una carta de la que nadie puede escapar: la nostalgia. Recuperar a los héroes con los que creció toda una generación es algo que golpea. Y muy fuerte.. Y, aunque volver a ver al Batman de Keaton de nuevo es un regalo -no tanto el regreso de Michael Shannon como el Zod de El hombre de acero-, parece que el multiverso llega tarde en Flash.
¿Qué sentido tiene introducir algo así en una franquicia en la que todo va a cambiar en cuanto Aquaman and The Last Kingdom llegue a los cines en diciembre? Lo único que puede salvar el multiverso en Flash es si Gunn y Safran deciden seguir jugando con él y utilizarlo como herramienta para hacer borrón y cuenta nueva en el Universo DC. Ya veremos si es así o se convierte en una mera anécdota.
Flash vuelve a pecar de lo mismo que la oleada de películas que han llegado en los últimos años a la gran pantalla: una duración desmedida que, en ocasiones, se hace plomiza. Su desenlace con uno de los villanos se resuelve de una forma un tanto insípida y es una pena que Sasha Calle, que debuta como Kara Zor-El/Supergirl en el filme, tenga tan poco tiempo en pantalla.
Pese a esto, Flash sí que es, como dijo Cruise en su afán de promover la asistencia a las salas, la película que los cines necesitan. Es un paso adelante en el Universo DC y uno de los grandes títulos de los últimos años de la franquicia. El proyecto tiene carisma, momentos visuales deliciosos y uno de los mejores protagonistas de la saga. En definitiva, una película que, pese a sus fallos, es tremendamente disfrutable.
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