En la película de M. Night Shyamalan Tiempo, una de las mejores y más elogiadas del cineasta en los últimos años, la playa donde varias familias quedan atrapadas y atestiguan que el tiempo allí funciona de forma diferente es un lugar mágico y misterioso. Aunque el lugar elegido para rodarlo está en República Dominicana, la cala que dio lugar a la historia original, en realidad está ubicada en España. Y tiene también mucho de mágico, porque ni siquiera está al borde del mar.
Si en la playa del Shyamalan el tiempo se escurre entre los dedos, en la playa original es el agua el que aparece y desaparece tras una enorme muralla de roca. Te desvelamos donde está y cómo llegó hasta su historia el director estadounidense.
Cuando Shyamalan leyó la novela gráfica SandCastle (Castillo de Arena) le pilló en un momento en que sus padres estaban envejeciendo rápidamente y esto generó muchas reflexiones sobre el tiempo. Quedó tan impactado con su historia que decidió adaptar el cómic y llevar a la gran pantalla su inquietante versión de lo que podía ocurrirle a varias familias durante un supuestamente apacible día de playa.
Aunque desde la producción de Shyamalan decidieron rodar en América, en el prólogo de la novela gráfica SandCastle, su autor Frederik Peeters -que la concibió en colaboración con el cineasta Pierre Oscar Lévy- explica que la novela surgió realmente de una playa.
Llevaba 20 años con esta historia rondándome la cabeza. Vinculada con un lugar especial, en el que me hubiera encantado rodar una película, y que inspirara el lugar en sí mismo todo un guion de película
"Veía el zoom al lugar, acercándote a la arena y luego alejándote hasta mostrar una imagen por satélite del mismo sitio", contaba el autor en el prólogo. "Pero hacer una película basada en un lugar me pareció en ese momento imposible, incluso aunque esta playa fuera un lugar real, una fantástica trampa para turistas, y una trampa para la imaginación, también".
La peculiar e inspiradora playa no tiene salida directa al mar que pueda apreciarse. Está formada por arena blanca y agua salada, pero el Cantábrico ruge a unos metros de allí. Cuando la marea está alta apenas se queda con un poco de arena. Y, cuando baja la marea, se queda sin agua, como si desapareciera. Está catalogada como Monumento Natural y no es accesible fácilmente, ya que está rodeada de prados a una mayor altura. La localidad más cercana es Naves y el acceso se realiza a través de un camino agrícola.
El autor del cómic Castillo de Arena explica que durante toda su infancia veraneó en el concejo de Llanes, y que no descubrió esta playa hasta los 17 años. Le impactó, quiso rodar una película allí, pero no tenía historia que rodar, hasta muchos años después cuando por fin se le ocurrió Castillo de Arena.
El cómic tiene también mucho de cinematográfico ya que el origen era precisamente un guion, y cuenta con algunos guiños a la película El Ángel Exterminador de Luis Buñuel, como también reconoce Gael García Bernal, en la que un grupo de personas permanecen atrapados inexplicablemente en una casa de la que no pueden salir.
También la película de Shyamalan guarda cierta relación con esta maravilla geológica, ya que el acceso en su película es también complicado, entre galerías entre las rocas del acantilado, pero a diferencia de lo que ocurre en el cómic, donde la sensación de estar atrapado por la naturaleza es muy poderosa, en la película la playa mira al mar abierto, aunque también llega a convertirse en una amenaza.
