Acaba de llegar a los cines y nadie esconde las ganas por ver la esperada comedia de Jennifer Lawrence Sin malos rollos, en la que la actriz ganadora del Oscar por El lado bueno de las cosas y considerada como una de las mejores de su generación ofrece el trabajo más humorístico de su carrera. Bajo la dirección de su amigo Gene Stupnitsky, la intérprete se mete en la piel de Maddie, una mujer de 32 años que tiene serios problemas con Hacienda que amenazan con hacerle perder su casa. Con una premisa no demasiado original como punto de partida -Maddie tiene que seducir y hacerse pasar por novia de un joven millonario para conseguir revertir su desesperada situación-, la comedia logra un resultado bastante genuino, en el que se mezclan elementos de la típica comedia romántica con elementos de una comedia sexual a lo 'coming of age' y que además tiene un puntito dulce bastante sentimental.
Uno de los detalles que resulta más sorprendente de la génesis de Sin malos rollos, más allá de la combinación y de la elección de Lawrence de volver a pantalla grande con una película como ésta, es que está "inspirada en hechos reales". Con muchos matices -de ahí las comillas-, eso sí, porque imaginar la historia que hubo detrás es 100% ficción, pero lo cierto es que el anuncio en el sitio web de anuncios clasificados Craigslist al que recurre la protagonista fue un anuncio real.
Desafortunadamente, no tenemos constancia gráfica de ese anuncio, pero desde luego existió y fue lo que llevó a los productores, a Stupnitsky y también a Jennifer Lawrence a querer hacer la película: un anuncio en Craiglist en el que un matrimonio ofrecía un coche a cambio de que una joven sedujese y se convirtiese en la mejor novia posible para su hijo y así espabilarle un poco. Cuando leían el anuncio, a todos les parecía hilarante. Quien encontró el anuncio fue Naomi Odenkirk, socia y esposa de Bob Odenkirk al frente de la productora Odenkirk Provissiero Entertainment a cargo de la película: "Un anuncio fosilizado de Craigslist de hace una década, en la sección 'Encuentros casuales' que ya ni siquiera tienen".
"Gene me leyó el anuncio de Craigslist y me morí de risa", contó Lawrence a Entertainment Weekly. "Pensé que era hilarante, pero no había un guion ni nada. Sólo pensé que tenía una idea graciosa. Y luego, un par de años más tarde, me entregó el guion más divertido que he leído en mi vida".
Para hacerlo Stupnitsky, que afronta con Sin malos rollos su segunda experiencia como director de un largometraje tras Chicos buenos, tuvo que imaginar qué tipo de gente se encontraba detrás de un anuncio de estas características, a ambos lados de la oferta. Y así nos lo explicó a SensaCine con motivo de la promoción de la película:
Pensé: 'Esta es una situación interesante. ¿Quiénes son las personas que han publicado este anuncio? ¿Cómo es su hijo? y ¿Quién es la persona que responde a esto? ¿Qué es lo que está pasando en su vida para que necesite esto?'
"Cogí la idea y pensé: 'Está bien, juguemos con esto, juntemos a estas personas en esta situación, veamos qué sucede".
Y lo que sucede es lo que ocurre en Sin malos rollos, en la que Jennifer Lawrence comparte protagonismo con un Andrew Barth Feldman con el que derrocha una sintonía brutal. En cines desde hoy, viernes 23 de junio.
