Estados Unidos está lleno de una historia negra que impregna todos los rincones del país: crímenes, secuestros, asesinatos... Todo lo que quieras ha pasado allí, en cualquier lugar recóndito como Columbus, en Ohio. Allí, en 1980, un niño llamado Byron Anthony McCane II fue secuestrado a los cuatro años junto a sus dos hermanas. Permanecería dos años encerrado y saldría gracias... a una película.
Como si fuera una película de miedo
El secuestrador de Byron y sus hermanas no era otro que el novio de su madre, que se los llevó por todo Oklahoma: vivieron en casas, coches, apartamentos y moteles, cualquier sitio donde no pudieran gritar o pedir ayuda. Durante este tiempo, como imaginaréis, su secuestrador hizo lo que quiso con ellos. Parecía que todo iba a acabar así, con esta extraña "familia" viviendo en la reserva india de Kaw, cuando, en Hollywood, estaba a punto de ocurrir algo que cambiaría el curso de esta historia.
Unos años antes, el creador del programa America's Most Wanted, John Walsh, tuvo que ver cómo su hijo fue secuestrado y asesinado. Adam, una película hecha para la NBC, contó su dolorosa historia ante 38 millones de espectadores el 10 de octubre de 1983. Quiso la casualidad que en los créditos finales se mostraran las fotos de otros niños desaparecidos entre los que se encontraba Byron. Su niñera vio la foto, llamó por teléfono a la policía y, tres años después, los tres pudieron reunirse con su madre.
Byron, curiosamente, creció y contó su historia años después en la propia America's Most Wanted, cerrando el círculo. Para aquel entonces ya era famoso y conocido como Bizzy Bone, un rapero que ha conseguido rehacer su vida. Es más, tiene un hijo con su esposa Jessica, que ahora tiene la edad que tuvo él en el momento del secuestro. Un final de película modélico en la vida real.