Han pasado más de 20 años desde que Paul Verhoeven dirigió El hombre sin sombra, pero la famosa película de ciencia ficción y terror protagonizada por Kevin Bacon sigue siendo una de esas producciones cuyo rastro no termina de borrar el paso del tiempo. La cinta, estrenada en el año 2000 bajo la batuta de un Verhoeven al que precedía su pasado con Starship Troopers (Las brigadas del espacio), RoboCop y Desafío Total, logró ser un éxito comercial que incluso dio lugar a una secuela seis años más tarde, pero a menudo es recordada por sus malas críticas.
De nada le sirvió contar con Verhoeven al frente -quien, por cierto, unos pocos años antes ya había pinchado a lo grande con Showgirls-, ni tampoco que su protagonista fuera un Kevin Bacon en uno de los mejores momentos en su carrera. El hombre sin sombra, una película de terror y ciencia ficción en la que un científico mutaba en un monstruo invisible, partía con buen potencial creativo y un presupuesto de efectos visuales que dieron un buen resultado, pero público y crítica la despedazaron sin pestañear: el filme era poco original, su trama se antojaba hueca y, por mucho que los efectos fuesen buenos -motivo por el que sí fue objeto de bastantes elogios e incluso nominaciones a prestigiosos premios-, el resultado no merecía la pena.
Así, la media de valoraciones de El hombre sin sombra en Rotten Tomatoes apenas alcanza el 26% por parte de la crítica y el 28% por parte del público. Sin embargo, lejos de caer en el olvido, su éxito en taquilla mantienen su recuerdo como una de las peores películas tanto del cineasta a cargo como de su actor principal.
El hombre sin sombra es, probablemente, una de esas películas que no debería haber existido. O al menos así lo desearía el propio Verhoeven, quien quiso hacer un éxito de taquilla para el mercado masivo después de sus trabajos más brutales y reveladores pero años más tarde aseguró que se arrepentía de su trabajo. En la cinta, Kevin Bacon interpreta a Sebastian Caine, un científico que desarrolla una sustancia para el Pentágono que vuelve invisibles a las personas y que, después de probarlo en sí mismo, desarrolla una violencia extrema que le convierte en un ser humano absolutamente cruel y malvado.
Después de 'El hombre sin sombra' decidí que esta es la primera película que hice que pensé que no debería haber hecho
"Hizo dinero y esto y aquello, pero realmente ya no soy yo", explicó en declaraciones a The Hollywood Reporter en 2013. "Creo que muchas otras personas podrían haber hecho eso. No creo que mucha gente pudiera haber hecho Robocop de esa manera, o Starship Troopers. Pero El hombre sin sombra pensé que podría haber 20 directores en Hollywood que podrían haberla hecho. Me sentí deprimido conmigo mismo después de 2002".
Para la representación de lo invisible, cada escena con Bacon se filmó dos veces, una con y otra sin la estrella, para permitir que los fondos se vieran a través del cuerpo. Además de un elaborado disfraz, también se creó una imagen digital del actor principal, gastando aproximadamente 50 millones del presupuesto de 95 millones solo para los efectos. De hecho, El hombre sin sombra fue nominado a Mejores Efectos Visuales en los Premios Oscar, aunque la película de terror de ciencia ficción perdió ante Gladiator.
A pesar de las malas críticas, el éxito de 190 millones recaudados llevó a que se produjese una secuela, El hombre sin sombra 2, en 2006, aunque la película, protagonizada por Christian Slater no llegó a pasar por las salas de cine.
