No, yo nunca imaginé mientras veía El Internado que Ana de Armas fuese a llegar al punto profesional en el que está ahora. Cuando aún la producción española estaba en su momento álgido, la actriz decidió abandonarla. En el centro Laguna Negra también conocimos a otros actores de su generación como Martiño Rivas, al que recientemente hemos visto en Nacho, una serie inspirada en la vida del actor porno Nacho Vidal, que según confesó él mismo nadie quería protagonizar, Yon González o Blanca Suárez.
Sin embargo, después de años de esfuerzo e inversión económica y tiempo, Ana de Armas comenzó a brillar al otro lado del charco como ya lo había conseguido dentro de nuestras fronteras. Fue en 2017 cuando su nombre comenzó a resonar con fuerza: formó parte del elenco del "reboot" de Blade Runner 2049, dirigido por Denis Villeneuve, el encargado también de devolver a la vida Dune, que estrena su segunda parte, de esta interpretación, este 2023.
Desde entonces títulos tan conocidos como la divertidísima Puñales por la espalda, por la que fue nominada a un Globo de Oro, Aguas profundas, un "thriller" no muy allá pero de los que engancha y en el que está magnética (lo protagoniza junto a Ben Affleck, con el que mantuvo una relación antes de que este se casara con Jennifer Lopez, con quien está a punto de renovar sus votos de boda) y, por supuesto, Blonde, un film duro en muchos sentidos y muy criticado, pero en el que ella está impecable, lo que le valió una nominación al Oscar.
No obstante, no solo de películas viven hoy los actores y actrices, por lo que el triunfo de Ana de Armas no se queda solo en ese ámbito, sino que también hay marcas que han encontrado en ella a su mejor embajadora y la poderosa Louis Vuitton es una de ellas. Ahora además acaba de lanzar con la firma francesa su primera colección en colaboración, yendo un paso más allá de lucir sus propuestas y asistir como invitada a sus desfiles. Se trata de una línea de alta joyería que nos ha dejado boquiabiertas y donde además destacan las gargantillas y colgantes, unas piezas que estamos habituadas a ver en las grandes alfombras rojas y que Ana de Armas luce habitualmente en ellas jugando con escotes profundos y vestidos de ensueño que encuentran en estas piezas la mejor forma de complementarse.
De este modo la intérprete afianza su relación con la marca y Nicolas Ghesquière, director creativo, que la vistió de forma increíble para asistir a la última gala de los Oscars con un "look" que emulaba al más icónico de Marilyn obviando acciones tan reprochables como la que llevó a cabo Kim Kardashian en la penúltima Gala Met, en la que terminó estropeando la pieza de archivo original más icónica de la mítica actriz de Los caballeros las prefieren rubias.
