Tom Holland es una de las jóvenes estrellas de Hollywood más prometedoras actualmente. Por un lado ha sido el último actor en meterse en la piel del Hombre Araña y su trabajo como Spider-Man en la trilogía de películas -Homecoming, Lejos de casa y No Way Home- no solo ha sido de lo más elogiado, sino que ha recogido los mejores números; pero también tiene una espectacular proyección. Entre sus últimos papeles, el actor británico de 27 años ha encarnado al héroe protagonista de la adaptación cinematográfica del videojuego Uncharted, Nathan Drake, y ha protagonizado la serie de AppleTV+ The Crowded Room, pero lo que vendrá también parece interesante: hasta la fecha se ha confirmado que Holland será Fred Astaire en un un biopic sobre el mítico actor y, aunque no es 100% seguro, es probable que volvamos a verle en la piel de Spider-Man.
Sin embargo, a pesar de que el joven intérprete es una estrella con todo un futuro por delante en Hollywood, Holland tiene muy claro que, por mucho que le apasione hacer cine, no quiere que la industria gobierne su vida. De igual modo ocurre con la fama, siendo una de sus máximas la firme creencia de que su vida debe seguir manteniéndose lo más privada que le sea posible. No obstante, el actor ha hablado a fondo sobre estos y muchos otros aspectos de su vida durante su visita al podcast 'Jay Shetty Podcast', en una entrevista de casi dos horas de duración en los que se ha abierto en canal y que puedes ver al completo en YouTube.
"Que hoy esté haciendo esto es una cosa muy rara en mí", admitía al presentador del podcast sobre lo excepcional de una entrevista de estas características. "Realmente no me gusta Hollywood. No es para mí. El negocio realmente me asusta. Entiendo que soy una parte de ese negocio y disfruto mi interacción con ello, pero, dicho esto, siempre estoy buscando la forma de apartarme de ello para simplemente vivir una vida lo más normal posible".
He visto a mucha gente llegar antes que yo y perderse a sí mismos y tengo amigos con los que he crecido que ya no lo son porque se perdieron a sí mismos en este negocio.
"Estoy muy dedicado en centrarme en lo que me hace feliz, que es mi familia, mis amigos, mi carpintería, mi golf, la organización benéfica de mi madre...", continúa Holland. "Esas son las cosas que me hacen feliz y es lo que quiero proteger". Y lo mismo ocurre con su relación con Zendaya, que describe como lo que mantiene de forma "más sagrada". "No hablo de ella, doy el máximo para mantenerla lo más privada posible. Ambos tenemos la fuerte creencia de que es la forma más saludable para avanzar como pareja. Así que siempre trato de mantenerme lo más al margen posible.
Nunca me verás en unos premios en los que no tengo que estar. Nunca voy a una alfombra roja de una película de la que no soy parte. No quiero tener la atención cuando no la necesito
"Empecé a preocuparme con que podía tener un problema con el alcohol"
Uno de los temas más delicados de los que ha hablado Holland en su extensa entrevista con el podcast ha sido su relación con el alcohol. El actor dejó de beber hace un año y medio y, cuando Jay Shetty le ha preguntado por qué había dicho en el pasado que era lo más duro que había hecho en su vida, Holland no dudó en explicar largo y tendido cómo había sido el proceso y lo que había descubierto, sin esperarlo, sobre sí mismo.
"Yo no me levante un día y dije: 'Voy a dejar de beber", comenzó. "Simplemente, como muchos británicos, pasé un mes de diciembre de beber mucho. Navidades, estaba de vacaciones... Estaba bebiendo mucho. [...] Decidí simplemente dejarlo durante el mes de enero, quería estar sin beber en enero. Y todo en lo que podía pensar era en tomarme algo. Todo en lo que pensaba. Me despertaba pensando en ello, miraba el reloj para ver cuándo eran las 12... Y realmente me asustó".
"Pensé: 'Wow, quizá tengo algo con el alcohol'. Así que decidí de algún modo castigarme y decidí hacer febrero también. Estar dos meses sin beber. Si puedo estar dos meses sin beber, entonces puedo demostrarme a mí mismo que no tengo un problema", explica Holland.
Pasaron los dos meses y yo realmente todavía estaba lidiando con ello. Sentí que no podía socializar, sentía que no podía ir al bar y pedirme una soda, que no podía ir a cenar... Realmente estaba luchando y realmente empecé a preocuparme con que podía tener un problema con el alcohol
"Decidí que esperaría hasta mi cumpleaños, que es el 1 de junio. Me dije que si podía estar seis meses sin beber alcohol, entonces podía demostrarme a mí mismo que no tenía un problema con el alcohol. Y cuando llegó el 1 de junio, estaba lo más feliz que he estado en mi vida", recuerda. "Podía dormir mejor, podía manejar mejor los problemas, cosas que podían salir mal en el set que normalmente me hubieran partido me las podía tomar con calma, tenía una mayor claridad mental, me sentía más sano, me sentía más en forma".
A día de hoy, con perspectiva, piensa que realmente tenía un problema: "Definitivamente era adicto al alcohol. Alguien que se toma una cerveza todos los días probablemente tiene un poquito de problema".
Por otro lado, Holland también ha hablado sobre su adicción a las redes sociales, admitiendo que dejó de usar Instagram por esa razón, pero que todo se salió de madre cuando la prensa comenzó a publicar que estaba teniendo problemas de salud mental. "Quisieron inventar que estaba pasando por un colapso mental y lo que me molestó sobre ello fue que, si así fuera, ellos no tienen por qué contarlo. Y llevaron la historia en la dirección incorrecta".