Hace tiempo que no protagoniza ningún taquillazo y, aunque a principios de año era noticia principalmente por cuestiones relacionadas con su vida sentimental y privada junto a Machine Gun Kelly, la popular actriz Megan Fox nunca ha dejado de trabajar.
Decidida a ser actriz desde muy niña, la intérprete comenzó a dar sus primeras clases de interpretación con tan solo cinco años, pero sus primeros pasos profesionales los dio en el mundo del modelaje. Su primera oportunidad como actriz llegó en 2001 de la mano de una película de las hermanas Olsen y poco después tuvo un papel en la 'soap opera' Ocean Ave., pero el verdadero empujón a su carrera se lo daría Transformers, la franquicia de ciencia ficción estadounidense creada por Michael Bay en 2007.
En la saga Transformers Megan Fox encarnaba a Mikaela Banes, una inteligente estudiante aficionada a los coches y a la mecánica que se cruzaba en el camino de Sam Witwicky (Shia LaBeauf) y que, junto a él, se veía arrastrada al epicentro de un enfrentamiento peligroso y mortal entre dos razas de robots extraterrestres: los Autobots y los crueles Decepticons.
Tras el éxito de la primera película, que resultó ser una de las películas más taquilleras de la historia, llegarían cuatro secuelas en 2009, 2011, 2014 y 2017. Todas dirigidas por Bay. Sin embargo, aunque Megan Fox encarnó a Mikaela en las dos primeras y también estaba prevista su participación en la tercera película, sus desencuentros con su director acabaron con su despido fulminante de Transformers: El lado oscuro de la luna. En el momento del despido de Fox el rodaje ya había comenzado y la actriz fue sustituida por Rosie Huntington-Whiteley.
El detonante del despido de Megan Fox de la franquicia Transformers fueron unas sonadas y polémicas declaraciones que la actriz había hecho en una entrevista con Wonderland Magazine, en la que había comparado las formas del cineasta con las de Hitler y le había acusado de no tener habilidades sociales y de poner en peligro a los actores durante el rodaje.
"Es una pesadilla trabajar para él"
"Desearía poder soltarme en esto", comenzaba Fox ante la pregunta de lo mejor y lo peor de trabajar con Michael Bay. Y sorprende pensar que "no se estaba soltando" puesto que la joven se despachó a gusto contra los métodos del cineasta: "Es como Napoleón y quiere crear esta reputación de loco infame e insano. Quiere ser como Hitler en sus rodajes y lo consigue. Así que es una pesadilla trabajar para él, pero cuando te alejas del set y no está en modo director, realmente disfruto su personalidad porque es muy raro, irremediablemente raro".
No tiene habilidades sociales en absoluto. Y es entrañable verlo. Es vulnerable y frágil en la vida real y luego en el set es un tirano. Shia y yo casi morimos cuando hacemos una película de 'Transformers'. Te hace hacer cosas realmente locas que el seguro nunca te dejaría hacer
Aunque de sus declaraciones se extrae que Fox le tiene cierto cariño también, las quejas fueron lo suficientemente fuertes como para hacer explotar a Bay, que decidió prescindir de sus servicios para el resto de la saga.
Shia LaBeauf, su coprotagonista, protagonizó aquella película, pero se alejó de la franquicia tras Transformers 3 y tiempo después admitió que entendía lo que había pasado entre ellos: "Algunas personas piensan que es un cineasta muy lascivo, la forma en que filma a las mujeres. Mike filma a las mujeres de una manera que atrae a una sexualidad de 16 años. Es verano. Es el estilo de Michael. Y creo que [Fox] nunca se sintió cómoda con eso", dijo a Los Angeles Times.
Por su parte, Michael Bay también respondió. Lo hizo en 2011 en declaraciones a la revista GQ en un tono bastante irónico: "No me dolió, porque sé que solo se trata de Megan. A Megan le encanta recibir una respuesta. Lo siento, Megan. Lamento haberte hecho trabajar doce horas. Siento haberte hecho llegar a tiempo. Las películas no siempre son cálidas y desastrosas".