Uno de los mejores ejemplos de cómo funciona Hollywood en estos días lo tenemos en el final de la franquicia Divergente. Originalmente basada en tres libros escritos por Veronica Roth, se planteó llevarlo, claro, a una trilogía para jóvenes adultos: Divergente, Insurgente y Leal. El éxito de la primera parte llevó a pensar en grande, y pese al bajón en taquilla de su secuela siguieron con el plan de dividir el último libro en dos películas al estilo de Harry Potter y las reliquias de la muerte. No salió tan bien.
Que diver, gente
De hecho, la tercera parte (que adaptaba la mitad del libro) se hundió en taquilla y recaudó solo 179 millones. No hay problema, se dijeron: cancelamos la película pero montamos una serie en Starz que termine la historia y a la que después siga un spin-off. Al final, ni spin-off, ni final de la historia: Hollywood dejó morir una saga a un pasito del final, ¡y eso que tenía a los actores perfectos! ¿O quizá no?
En el libro, Tris (Beatrice Prior) es descrita con unas facciones bien distintas a las de Shallene Woodley: tiene "una cara estrecha, ojos redondos y una nariz larga y fina". Además, tiene ojos gris azulados, pelo rubio y parecida a un pajarito, al menos a sus 16 años. Por suerte, tenemos a la IA para que nos cree al personaje en la vida real. Bueno, más o menos. No tengo yo muy claro que quiera ver esto en una pantalla.
El otro personaje que la IA ha reimaginado es Tobías Eaton, más conocido como Cuatro y, de hecho, bastante bien pillado gracias al actor Theo James. El libro decía de él que era alto (1'82 metros), con pelo marrón corto, ojos azules, pestañas largas, un labio superior fino y otro gordo. Está en forma, tiene músculito, está bronceado y una cara intimidante a sus 18 años. Y lo mejor, ya no hace falta usar tu imaginación teniendo una máquina que cree modelos sin vida para ti.