No nos equivocamos si decimos que el ataque a la Estrella de la Muerte en Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza es una de las escenas más icónicas e impresionantes de la franquicia y de la historia de la ciencia ficción y la historia que hay detrás de las cámaras es aún mejor. Resulta que podría haber sido completamente diferente si el diseñador no hubiera querido ahorrarse una semana de trabajo.
La historia de Star Wars está llena de coincidencias, improvisaciones y desventuras, pero, mientras estos problemas suelen suponer un quebradero de cabeza para los miembros del equipo, uno de ellos se transformó en algo icónico.
Seguro que recuerdas el disparo de Luke Skywalker (Mark Hamill) al punto preciso de la estación de batalla. Antes de llegar a él, los rebeldes vuelan a través de una trinchera en la Estrella de la Muerte. Nunca antes se había visto en el cine una escena de acción como esta: la huida por este estrecho desfiladero es sin duda uno de los momentos más emocionantes y, técnicamente, más impactantes de la película. Pues bien, solo se pudo hacer por la pereza del diseñador.
Lucasfilm
Colin Cantwell llegó a Star Wars después de haber trabajado con Stanley Kubrick en 2001: Una odisea del espacio. Cantwell cretó bocetos originales para naves estelares icónicas de Star Wars como los Ala-X, los destructores imperiales o los cazas estelares, y trabajó en la propia Estrella de la Muerte Imperial.
Si había que diseñar una nave espacial, desde luego había que contar con él. Pero, según señaló el propio Colin Cantwell en una sesión de preguntas y respuestas en Reddit en 2016, originalmente, no había ningún plan de que la Estrella de la Muerte tuviera esas trincheras por donde iban a entrar los rebeldes.
George Lucas me confió el proyecto de diseñar una Estrella de la Muerte. Originalmente, no planeé que la Estrella de la Muerte tuviera una trinchera, pero cuando estaba trabajando con el molde, noté que las dos mitades se habían encogido en el punto donde se unían en el medio. Habría tomado una semana de trabajo solo para llenar, lijar y volver a llenar esta depresión. Entonces, para ahorrarme el trabajo, fui a George y le sugerí un desfiladero. ¡Le gustó tanto la idea que se convirtió en uno de los momentos más icónicos de la película!
Así, queridos amigos, es como se convierte una adversidad en una oportunidad. Lucas aceptó el problema sin mayores miramientos y confió en el artista. Esto llevó a que el pionero equipo de efectos especiales construyera tres tincheras por donde debían volar los cazas. La idea era que a medida que los combatientes se acercaran más y más a su objetivo, las trincheras se volvieran más estrechas y peligrosas.
Tristemente, el diseñador murió el 23 de mayo de 2022, pero siempre será recordado por su aportación al mundo del cine. De hecho, él fue quien convenció a Stanley Kubrick de que se olvidara de su idea de abrir 2001 con una conferencia de 20 minutos y, en su lugar, crearan la mítica apertura del hueso volando por el aire.
