El pasado 13 de julio, los actores de Hollywood comenzaron una huelga que se unió a la que ya afectaba a los guionistas, dos gremios sin los cuales toda una industria se ve obligada a dejar de funcionar. Un parón histórico que une a dos colectivos con demandas similares: el pago de regalías por la transmisión de películas en servicios de streaming.
Sin embargo, el salario de los actores es algo que casi siempre es motivo de información, ya sea por lo alto (por ejemplo, los 40 millones que se embolsó Robert Downey Jr. por su participación en Capitán America: Civil War) o por lo bajo. Daniel Radcliffe, por ejemplo, sufrió en sus carnes la precariedad de los salarios cuando se disponía a protagonizar Harry Potter y la cámara de los secretos.
Según el medio WhatCulture a Radcliffe se le ofreció la paupérrima cantidad de 181.500 dólares. En la primera entrega, su sueldo había sido de 250.000 dólares y la película recaudó en todo el mundo nada menos que 974,8 millones de dólares. Es extraño que, en lugar de subirle el sueldo, al actor británico se lo bajaran casi 70.000 dólares. Esto motivó a que el sindicato de actores Equity interviniera y asegurara a Radcliffe un salario de tres millones de dólares. La excusa del desconocimiento acerca de los resultados en taquilla de la primera entrega no valían: el estudio ya sabía que con ‘La piedra filosofal’ tenían un éxito descomunal entre sus manos.
Como dato anecdótico, decir que Radcliffe sumó a su cuenta corriente por la última entrega de Harry Potter nada menos que 20 millones de dólares, casi 80 veces más de lo que obtuvo por la primera entrega.
Warner Bros.
Sonado fue también el caso de Scarlett Johansson que, en 2021, demandó a la todopoderosa Disney por el incumplimiento del contrato de Viuda Negra: la primera decidió estrenar la película simultáneamente en su plataforma de streaming y en cines sin comunicárselo a la actriz, que también figuraba en los créditos como productora. El fracaso de la cinta en los cines pronto se relacionó con esta acción por parte de Disney. Al final, el juez le dio la razón a la actriz y fue compensada con una cifra de 40 millones de dólares.
No sabemos en qué quedará la situación actual del paro de actores y guionistas. Lo que sí sabemos es que ambos son piezas indispensables para que la maquinaria de la fábrica de sueños siga funcionando a toda mecha.
