Greta Gerwig ha reinventado a Barbie. La directora se ha encargado de actualizar a la famosísima muñeca de Mattel y de convertirla en una mujer normal y corriente. El invento le ha salido estupendamente. Más allá de que la película esté arrasando en taquilla -que es un enorme mérito en los tiempos que corren-, lo que ha generado es un fenómeno social en el que el rosa manda.
En cines de todo el mundo, las salas se han llenado de personas respetando el 'barbiecore' que Margot Robbie y Ryan Gosling han impuesto en las alfombras rojas por las que se han paseado en los últimos meses. La parte de 'merchandising' y estética está aprobada con sobresaliente, pero, ¿qué hay del mensaje?
Además del impresionante movimiento que hay a su alrededor, la película del juguete contiene una contundente reflexión sobre lo que representa ser mujer, hombre y, sobre todo, ser humano. En el emocionante desenlace de la cinta queda todo resumido en unos maravillosos minutos. ¿Qué significa el final de Barbie? Vamos a ello.
¿Qué significa el final de 'Barbie'?
A lo largo de toda la película, Barbie lucha entre su deseo de vivir en el mundo real y la comodidad de permanecer en el universo perfecto de Barbie Land. En los momentos finales, se reencuentra con la creadora de la muñeca, Ruth Handler (Rhea Perlman), quien la lleva al vacío para explicarle lo que simboliza ser humana y, por tanto, por lo que tendrá que pasar si decide abandonar la casa que ha tenido hasta el momento.
Si al principio de la cinta, cuando la Barbie rara le da la opción de elegir entre los dos caminos, no tiene ninguna duda acerca de su decisión, ahora tiene más problemas. Handler le enseña momentos de lo que significa ser una mujer en el mundo real: vídeos caseros de niñas que crecen y se transforman en mujeres. "Debemos quedarnos quietos para que nuestras hijas puedan mirar hacia atrás y ver lo lejos que han llegado", reflexiona.
Es un resumen perfecto de lo que Greta Gerwig nos cuenta a lo largo de toda la película: Barbie no es solo un juguete, es una mujer que ya no puede ser perfecta del modo que la gente espera de ella. Tiene que dejar atrás todo ese estereotipo ideal que ha llevado sobre sus hombros durante décadas para abrazar una nueva etapa. Como cualquier mujer, experimentará sentimientos reales, lo que supone que tendrá dudas y miedos y experimentará el dolor, pero también conocerá la alegría que existe en ello. Al final, esa es la vida que le está mostrando la creadora de Barbie: tiene un lado bueno y uno malo, pero es auténtica.
En este sentido, el personaje de Gloria (America Ferrera) es fundamental para entender el final de la cinta al completo. La actriz da vida a la mujer que se hacer cargo de la muñeca de su hija y empieza a transmitirle todas esas emociones complejas que hacen que Barbie despierte. Gloria personifica la situación real de muchas mujeres en todo el mundo y, en caso de que su mensaje no te hubiera llegado en algún momento de la cinta, Gerwig se encarga de que te impacte en los últimos momentos.
El final realmente importante
Aunque la poesía de esos vídeos que muestra Ruth Handler funcionan muy bien como reflexión final, el desenlace que realmente importa es cuando Barbie toma la mayor decisión de su vida: ir al ginecólogo. Gerwig se lo ha guardado como broma final y funciona a la perfección. Es imposible no reírse con la frase final. Esa es la línea de diálogo que realmente define lo que es ser mujer.
Puede que haya quedado claro que la muñeca no tiene órganos reproductivos, pero en su paso a mujer real tiene que pasar por ese trance que tantos quebraderos de cabeza provoca. Ahora que la ficción empieza a hablar de menstruación, es hora de que también hablen de las visitas periódicas a la sala del ginecólogo.