Ni Angelina Jolie, ni Alicia Vikander: si fuiste adolescente en los 90, tu primera Lara Croft en la que piensas en ese personaje poligonal imposible que saltaba de aquí para allá en el mítico videojuego de PlayStation en 1996. Lo curioso es que originalmente Toby Gard, su creador, iba a dar a elegir el sexo de la aventurera, pero al descubrir que le costaría el doble de trabajo se conformó con una chica a la que llamó... Laura Cruz. Sí, aún quedaba mucho trabajo por delante.
Un cuerpo poligonal
Desde sus inicios, Lara Croft tuvo muy marcadas sus influencias cinematográficas: Tank Girl, Indiana Jones, Hard Boiled... ¿Cómo no iba a salir una maravilla de la aventura y el plataformeo? Los tiempos cambian, los juegos van variando y a día de hoy, sin contar remasterizaciones, ya tenemos 20 juegos, incluyendo algunos endless runners para móvil de los que es mejor olvidarse.
Y es que, por muchos polígonos de más que ahora tenga nuestra heroína, es imposible no acordarse de aquella primera Lara poligonal. Por suerte, hay quien también lo recuerda. Es el caso de Jess No Maybe, una cosplayer que ha hecho uno de los disfraces más divertidos que hemos visto jamás: la Lara Croft que nos merecemos.
Después de que la última entrega de la saga cinematográfica no recaudara lo esperado, la saga, en lo audiovisual, no ha vuelto a levantar cabeza. Una secuela con Vikander, Tomb Raider: Obsidian, fue cancelada cuando MGM perdió los derechos, y el universo interconectado que anunció Amazon en enero de este año parece que de momento no ha dado ningún paso. Si volvemos a ver a Lara, ¿puede ser con el traje que propone Jess No Maybe, por favor y gracias?