Forrest Gump no es la película que lanzó al estrellato a Tom Hanks, pero, definitivamente, aunque justo un año antes el actor ganase su primer Oscar con su brillante interpretación Philadelphia, sí es el más icónico. Incluso por delante de Big, Náufrago o Salvar al soldado Ryan. La comedia dramática dirigida por Robert Zemeckis con la novela homónima de Winston Groom como base se encontró con varios tropiezos para salir adelante, pero finalmente resultó ser tan brillante y redonda que se ganó un merecido hueco en la historia como una de las mejores películas de todos los tiempos.
Tom Hanks fue clave para el éxito de Forrest Gump por muchas razones. La principal fue el excepcional trabajo interpretativo que le brindó el segundo Oscar de su carrera, por supuesto, pero el intérprete también supuso un cambio sustancial para la película a nivel de presupuesto. Se sabe que pagó de su bolsillo como mínimo dos escenas para que pudieran formar parte de la película tal y como Zemeckis las había planeado después de que el estudio rechazase poner más dinero. Una de ellas es la secuencia en la que Forrest Gump recorre corriendo los Estados Unidos y que se convirtió en una de las más emblemáticas de la cinta.
Sin embargo, Tom Hanks no fue la primera y única opción para meterse en la piel de Forrest Gump. Bill Murray, Chevy Chase y Sean Penn son algunos nombres que se barajaron antes del suyo, pero la primera elección para el personaje fue John Travolta. El actor de Grease y Fiebre del sábado noche, sin embargo, rechazó el papel en lo que él mismo reconoce que fue una de las decisiones de las que puede arrepentirse en su carrera.
No obstante, con la perspectiva que nos da el tiempo, sabemos que Travolta hizo lo correcto. Por un lado, Forrest Gump es el personaje más icónico de Hanks, le brindó su segundo Oscar y ya no podemos imaginar a nadie más en el papel. Por otro, John Travolta dijo que no porque tenía otra oferta encima de la mesa que acabó brindándole el mejor personaje de toda su carrera: Vince Vega en Pulp Fiction, probablemente también la mejor película de Quentin Tarantino.
El papel protagonista de Pulp Fiction sirvió para revitalizar la carrera de John Travolta, que venía de una década no demasiado fructífera a nivel de éxitos. Tras ella, llegarían otros éxitos, como Cara a cara, Phenomenon o La delgada línea roja.
Por su papel en Pulp Fiction, John Travolta fue nominado al Oscar a Mejor actor -por segunda vez en su carrera tras Fiebre del sábado noche-, pero fue Tom Hanks quien se llevó el premio. No obstante, aunque Travolta admite que no sentirse atraído por Forrest Gump no fue una corazonada acertada, tampoco se arrepiente: "Si no hice algo que hizo Tom Hanks, entonces hice otra cosa que era igualmente interesante o divertida, […] Pero me siento bien con algunas que dejé porque se crearon otras carreras", aseguró hace tiempo en referencia tanto a la cinta de Zemeckis como a otras sonadas oportunidades que dejó pasar. Algunas de ellas, concretamente 1, 2, 3... ¡Splash!, La milla verde o Apolo 13, fueron curiosamente también a manos de Hanks.