Han sido unos años agitados para DC. Proyectos que se caen, películas que no despegan, actores con problemas detrás de las cámaras... En mitad de este panorama ha asomado un pequeño superhéroe llamado Blue Beetle que quiere dejar a un lado todos esos conflictos aportando un poco de carisma y mucho sabor latino al universo cinematográfico. La cinta estaba destinada a estrenarse directamente en HBO Max, pero la fusión de Warner Bros. y Discover hizo que cobrara vida en la gran pantalla.
Algo de ese carácter humilde se percibe en el resultado final porque es una cinta sin pretensiones, con ganas de pasárselo bien. Ambos han afrontado la propuesta con mucha energía y entusiasmo, pero la realidad es que no era fácil. Al menos, de cara al público. El estudio lleva una racha cuesta abajo en todo lo que respecta al género superheroico. Las otras dos películas que ha estrenado este año, Shazam! La furia de los dioses y The Flash, tuvieron una acogida bastante tibia en los cines. Cosecharon 133,8 y 268 millones de dólares, respectivamente, cifras muy alejadas de los más de 1.000 millones de Aquaman o los 822 de Wonder Woman.
Y sería un error culpar directamente a los talentos de Warner Bros. por la drástica caída en taquilla. La asistencia a cines no ha terminado de recuperarse tras la pandemia y el género de superhéroes está en una clara caída. El público ha quedado completamente saturado ante la inmensa oferta que Marvel y DC han mantenido durante décadas.
Por este motivo no necesitamos otra película de superhéroes, pero tampoco nos sobra. A fin de cuentas es un tipo de cine basado en el puro entretenimiento y sobre exceso de estímulos que se disfruta más en pantalla grande. Está ahí siempre que necesitas desconectar y, aunque ya no consiga cifras extraordinarias como antaño, su función sigue estando vigente. Y en este contexto, por tanto, llega Blue Beetle, una nueva película de superhéroes. Una cinta sobre orígenes, además, como muchas tantas que hemos visto, pero con un ligero lavado de cara: Maridueña, bajo las órdenes de Soto, es el primer superhéroe latino de DC y, en su conjunto, es el primer 'blockbuster' de superhéroes donde todos sus protagonistas son mexicanos o latinoamericanos.
Y llegó la fiebre latina
La gran novedad que presenta Blue Beetle en este universo sobrecargado de superpoderes es el origen latino de sus protagonistas. Soto coloca en el centro de la historia a los Reyes, una familia mexicana que está a punto de perder la casa. Están acostumbrados a estirar el poco dinero que entra en casa y llevan en su ADN la necesidad de ayudarse los unos a los otros.
Por suerte, la única baza que la hace diferente funciona en el terreno emocional. La bonita relación entre Jaime Reyes y sus familiares está presente a lo largo de toda la trama. Es lo que motiva al superhéroe a seguir adelante o no, lo que le lleva a tomar decisiones arriesgadas o lo que le asegura que podrá aguantar. Ese amor tan auténticamente latino es un elemento clave en la narración.
Warner Bros.
Es hora de cambiar a los villanos: ya está bien de millonarios 'tech'
Mientras Blue Beetle gana en emotividad, pierde en la representación de sus villanos. Susan Sarandon es Victoria Kord, la mala malísima que preside la compañía familiar y quien ha utilizado los innovadores inventos de su hermano Ted para crear todo un ejército capaz de dominar el mundo. Sarandon clava su personaje. Vaya eso por delante. Pocas cosas hay que esta mujer no pueda llevar a cabo. El problema aquí es que, ya desde el guion, la villana es lo que es. Una nueva vuelta a la millonaria que dirige una empresa tecnológica y que se le ha ido un poco la mano en cuanto ha ido ganando poder.
De nuevo, no es una renovación de este perfil ni presenta un elemento que nos permita diferenciarla de personajes como Lex Luthor en la saga de Superman, los ejecutivos de InGen en Jurassic Park o Weyland-Yutani en Alien.
Sobrevuela en Blue Beetle esa sensación de 'deja vu' constante. El carisma de Reyes nos recuerda mucho al joven Peter Parker de Tom Holland y el ritmo general de la cinta -nos referimos al uso de la música y la cámara lenta- es una influencia directa de Guardianes de la Galaxia. No debería extrañarnos porque James Gunn ahora es quien está al mando de la dirección creativa del estudio, pero lo cierto es que aquí Gunn ha tenido poco que ver. Se agradece que el cineasta haya marcado a toda una nueva generación de cintas de superhéroes, pero, de nuevo, es algo que alguien ya ha hecho antes.
No renueva nada, pero a veces no es necesario
Habiendo dicho todo esto, ¿es Blue Beetle una mala película? No, en absoluto. Es entretenida, divertida y tiene mucho corazón. Todo está proporcionado porque la acción es la justa y necesaria para dar impulso a la película, pero no está sobrecargada de peleas ni efectos especiales. El casting está muy bien elegido y Xolo Maridueña es una genial introducción al universo de DC. Aporta una energía risueña que eleva la propuesta y es, sin duda, uno de los grandes valores de la cinta. En general, Blue Beetle es una buena cinta para el género de superhéroes, lo malo es que muchos han contado lo mismo antes que ella.
