Si hay alguien que sabe de franquicias, esa es Zoe Saldaña. La actriz interpreta a Neytiri en Avatar, Gamora en Guardianes de la Galaxia y Uhura en Star Trek. Antes de todo eso, tuvo un papel en La maldición de la Perla Negra, la primera película de la franquicia de Piratas del Caribe. No volvió a trabajar en la saga, pero Saldaña está más que contenta con que sigan sin ella.
En una entrevista con Buzzfeed UK, la actriz ha repasado sus papeles más icónicos y resulta que el recuerdo que tiene de la pirata Anamaria no es el más agradable. "Qué gran película, realmente fue divertida y entretenida y muy bien filmada, muy bien interpretada. Todo giraba alrededor de un elenco diverso, todas las edades, todos los ámbitos de la vida", comienza la intérprete.
Pero fue una producción dura, era tan grande. Era una máquina demasiado grande para mí y estaba demasiado fuera de control. Cuando veo lo que salió en pantalla, estoy muy orgullosa de [eso]. A pesar de lo difícil que fue llegar allí, no quiero volver nunca más
"Solo me pidieron que fuera parte de una y luego, ya sabes, eso fue todo. Si [tener el regreso de su personaje] fue sin duda el objetivo al principio, no sucedió al final de la producción y estoy feliz de que no haya sido así. Simplemente había mucha política por la que tenías que pasar y yo me sentí realmente perdida, muy pequeña en esa gran máquina", continúa la actriz.
Cuando Zoe Saldaña fichó por Piratas del Caribe aún era una joven actriz que estaba en una etapa muy temprana de su carrera. A pesar de que ella lo agradece, lo cierto es que es una pena que Disney no hubiese querido contar con ella en una nueva entrega. El personaje de Anamaria podría haber dado mucho juego, especialmente ahora que andan buscando renovar la imagen de la franquicia.
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El descontrol de 'La maldición de la perla negra'
Por otro lado, Saldaña no especifica por qué la producción estaba fuera de control, pero nos lo podemos imaginar. El equipo pasó por varios inconvenientes para tener la cinta lista para su estreno. Para empezar, la fortaleza que construyeron para grabar quedó destruida después de un incendio que causó daños por valor de 525.000 dólares. Por suerte, nadie resultó herido.
Durante el rodaje, el guion cambiaba a menudo y los actores tenían que adaptarse rápidamente. La producción terminó alargándose y, finalmente, terminaron de grabar tan solo cuatro meses antes de la fecha de estreno programada. Tuvieron que montar la película en un tiempo récord, llegando a trabajar 18 horas al día para tenerla lista. Sin duda, un caos en el que la todavía inexperta Saldaña no encajaba.
