Nos hemos acostumbrado gracias al Universo Marvel y otras películas del superhéroes a que el género tenga siempre duraciones bastante amplias. Dos horas y cuarto, dos horas y veinte de media. Y cada vez más, con muchas oscilando entre las dos horas y media y las tres horas. Por eso, se siente como un soplo de aire fresco que salgan películas de hora y media como Venom: Habrá matanza.
No es la única cosa destacable de esta segunda película de Tom Hardy como el famoso simbionte enemigo de Spider-Man. La película incorpora a Andy Serkis como director y hace una de las películas con personalidad más comiquera de los últimos años, haciendo un arrollador y divertido ejercicio superheroico que vale mucho la pena ver, especialmente ahora que llega a Netflix.
Eddie Brock se dirige hablar con el asesino en serie Cletus Kasady en la prisión estatal de San Quintín, ya que Cletus se niega a hablar con nadie que no sea Eddie. Cletus ha matado indiscriminadamente desde tierna edad, frustrado por cómo su compañera de fechorías Frances Barrison, una mujer con habilidades sónicas increíbles, fue arrestada y alejada de él.
Las mejores películas de Netflix de 2023 según SensaCineCletus, que ha sido declarado culpable de sus crímenes y condenado a muerte por inyección letal, invita a Eddie a asistir a su ejecución. Eddie habla con Cletus, que insulta a Eddie, provocando que Venom, el simbionte que habita dentro del periodista, ataque a Cletus. Cletus muerde la mano de Eddie e ingiere una pequeña parte del simbionte, convirtiéndose posteriormente en otra poderosa combinación de humano y alienígena llamado Carnage.
La secuela consigue triunfar allí donde la primera Venom se quedó corta, dando más énfasis a la comedia física que Tom Hardy exhibe como Eddie Brock y la relación que guarda con el simbionte alienígena que se aproxima mucho a una comedia romántica alocada. Por funcionar, funciona mejor hasta el villano, que experimenta también su propia película romántica en paralelo.
'Venom: Habrá Matanza': sin tiempo para el aburrimiento
Pero en general, hay un refrescante acierto a la hora de identificar lo que funcionaba de la primera película. El CGI se nota más natural y mejor integrado en la acción, la parte cómica con Hardy es más salvaje y absurda en el mejor de los sentidos, y el ritmo que Serkis aplica desde la acción es más frenético y efectivo, no dando ningún momento de aburrimiento.
Cómo ver todas las películas de Spider-Man en orden cronológicoEsa manera de abrazar lo estrafalario lo hace también puramente comiquero, mostrando cómo Hardy, fuerza creativa del proyecto además de actor protagonista, entiende qué funciona en una adaptación de este material. No sólo ha conseguido hacer interesante a Venom sin tener a Spider-Man como reclamo, sino que consigue una de las películas de superhéroes con más personalidad y capacidad de entretenimiento de los últimos años.
Puedes ver Venom: Habrá Matanza en Netflix.
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