Desde el lanzamiento de Barbie en 1959 ha habido decenas de intentos por capturar su cuota de mercado. Muñecas como Tammy, Crissy (a la que le crecía el pelo), Blythe (que podía cambiar de color de ojo), Jem chica pop o Get Real Girls mordieron el polvo contra la muñeca de Mattel hasta que en 2001 alguien consiguió comerle terreno. Carter Bryant, un ex-empleado de Mattel al que siempre rechazaban sus diseños estaba a punto de convertirse en el mayor dolor de cabeza de Barbie con su grupo de adolescentes: las Bratz.
No hay abratzos
A mediados de los 2000, Barbie y Bratz se encontraban en medio de una batalla fraticida, con el mercado dividido casi a la mitad entre unas y otras. Las niñas veían a Barbie como una representación de su infancia y se puso de moda hacerle todo tipo de maldades, mientas que las Bratz, más sexualizadas y modernas, representaban su adolescencia. Mattel demandó a Carter Bryant un par de veces por haber creado las muñecas mientras trabajaba con ellos. Finalmente consiguió ganar: el juez decretó que se debían pagar 100 millones de dólares a la empresa por daños y prejuicios e incluso le dio los derechos.
En 2010, otro juicio declaró que MGA, los propietarios de las Bratz, podían quedarse con sus derechos. Mattel tuvo que abonar 310 millones. Como véis, la guerra estaba abierta entre ambos, e incluso Barbie lanzó MyScene, unas muñecas similares a las Bratz, para intentar competir con ellas (un movimiento que fue a juicio también, claro). Desde entonces, MGA no ha tenido éxito con las muñecas y, salvo algunas ediciones para coleccionistas, no han mantenido el estatus de mito que sí tiene Barbie.
Pero para demostrar que no hay malos rollos ahora, en 2023, Greta Gerwig hizo un esperado crossover en la película de Barbie. Cuando Margot Robbie va al instituto es respondida con bordería por parte de un grupo de adolescentes que, sí, pegan y mucho con el estilo de las Bratz. Aunque también es cierto que ante la falta de derechos pueden entenderse como un guiño a las MyScene para evitar otro juicio más. En todo caso, bien jugado, Barbie. Ya va siendo hora de enterrar ese hacha de guerra y ese pintalabios.