Tenía que pasar y ha pasado. Después de más de un año en el que el único tema de conversación ha parecido que era Barbie, la película de Greta Gerwig y la muñeca de Mattel, las Bratz, que aparecen representadas en el largometraje con un curioso guiño, han dando un golpe de autoridad sobre la mesa.
Sí, sí, ahora empieza su pulsito con Mattel y van de la mano de, nada más y nada menos, que Kylie Jenner, la integrante del Klan Kardashian conocida a nivel mundial gracias a su participación en el "reality" familiar que, a pesar del cambio de plataforma, entre un formato y otro lleva casi 16 años en antena.
Hace apenas unas horas la compañía de muñecas que en 2001 propició la discusión entre si le queríamos pedir a los Reyes Magos una Barbie o una Bratz anunciaba el primer paso de su andadura conjunta con la fundadora de Kylie Cosmetics a través de una publicación en redes sociales.
De acuerdo al "post", lo primero en llegar al mercado va a ser una línea coleccionable de mini Bratz que ya está disponible en Walmart, Target y Amazon. Cada unidad incluye una pequeña Kylie hecha Bratz y un miniaccesorio que la acompaña.
Por supuesto para la estética de las diferentes muñecas Bratz ha tomado como referencia algunos de los looks más icónicos de la riquísima, ¿sabes que Forbes la acusó de haber inflado su fortuna para aparecer en su lista de jóvenes de billonarios?, empresaria: desde su vestido blanco acompañado de una gorra firmado por Off-White que llevó a la Gala MET de 2022, hasta el lila, uno de los colores en tendencia de esta primavera-verano, que llevó en 2019 para la misma ocasión con melena a conjunto.
En cualquier caso, según lo que afirma la empresa de juguetes en su publicación, esto no es más que el primer paso de lo que seguro será una prolífica y conveniente colaboración para ambas partes.
Para echarle más leña al fuego, te doy un pequeño detalle que quizás no sepas, el inventor de Bratz, Carter Bryant, antes de lanzar su propia muñeca trabajó para, evidentemente, Mattel. Durante casi tres años estuvo trabajado para Barbie como diseñador, pero se vio estancado, ya que según confiesa no tenía demasiada libertad creativa, ya que desde el equipo de marketing de la empresa pedían que se ciñiera a diseños clásicos que no desentonase con la tónica y estética de la muñeca, algo de lo que siempre se la ha acusado, un conservadurismo exagerado en todos los sentidos.
La inspiración llegó tras un día observando a un grupo de adolescente con actitud "bratty", lo que viene a ser comportarse no del todo bien con la intención siempre de conseguir todo lo que se quiere a pesar de precisamente lo primero. ¿Será por eso que mis padres siempre decían que no pidiera ninguna?
En cualquier caso con esta idea logró convencer casi a medio mundo y provocar un cisma entre las niñas y niños que siempre fuimos de Barbie y aquellos que acabaron cruzando al lado oscuro.
Con este nuevo giro de guion, Bratz pretende, asociándose con Jenner, volver a la conversación, no solo de cara a su público objetivo mayoritario, sino también a esos perfiles más específicos como pueden ser coleccionistas o nostálgicos. A ella una ayudita no le vendría mal, ya que las Kardashians no están viviendo su mejor momento de popularidad y ahora con las acusaciones de estar a la búsqueda de una nuevo físico que se identifica con esa tendencia tan nociva del "heroin chic" les conviene asociarse con la adversaria de la muñeca del momento, habitual defensora también del 90-60-90.
No obstante, este no es el último movimiento potente de marketing que ha hecho Bratz, ya que en las últimas semanas ha publicado en Instagram varias imágenes de muñecas que representan a estrellas del momento: desde Olivia Rodrigo en su canción Vampire a Lana del Rey trabajando su turno en Waffle House.